Berlín, 27 ene (EFE).- El gobierno alemán espera para 2010 un
crecimiento económico de un 1,4 por ciento, después de una caída del
5,0 por ciento en 2009, motivada ante todo por la crisis económica y
financiera internacional.
Así lo anunció hoy el ministro federal de Economía, Rainer
Brüderle, al presentar el informe económico y las previsiones del
gobierno alemán, que confirman los datos adelantados por su colega
de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Este año, según Brüderle, las importaciones, que sufrieron una
fuerte caída en 2009, empezarán a recuperarse y ello dará un impulso
al crecimiento, mientras que del consumo privado, en cambio, este
año se esperan pocos impulsos.
Pese al regreso a la senda del crecimiento, el gobierno considera
que a las empresas les resultará difícil mantener el nivel de
empleo, por lo que pronostica un aumento del paro más fuerte que el
del año anterior.
El gobierno espera en 2010 un promedio de 3,7 millones de
desempleados lo que implica un ascenso del 0,7 por ciento con lo que
la tasa de desempleo se situaría en 8,9 por ciento.
En 2009 el aumento del índice de desempleo fue del 0,4 por
ciento.
Brüderle recordó que a comienzos de este año entró en vigor un
alivio fiscal por valor de 24.000 millones de euros del que se
espera que de una base firme al crecimiento, junto a las medidas
coyunturales y a reformas estructurales.
El ministro también se refirió a los planes del gobierno para
llevar a cabo una gran reforma fiscal, contemplada en el acuerdo de
coalición, y que, en la medida de los posible, debería entrar en
vigor el 1 de enero de 2011.
Brüderle subrayó que considera importante que esa reforma se
lleve pronto adelante porque, aunque ya se ha superado lo más duro
de la crisis, la recuperación será lenta y difícil y puede ser
apoyada ayudando a que los ciudadanos tengan más liquidez
disponible.
El ministro considera que, para que la economía regrese al nivel
de 2008, antes de que estallase la crisis, se necesitarán al menos
dos o tres años.
A partir de 2011, según el ministro, se debe dar comienzo a una
estrategia de salida de las medidas estatales para combatir la
crisis y que se debe empezar a apostar otra vez por las leyes del
mercado. EFE