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Londres, 2 mar (EFE).- Fitch Ratings revisó hoy a la baja las calificaciones de emisor de deuda a largo plazo en divisa nacional y extranjera de Túnez, y consideró "negativa" la perspectiva del país norteafricano a causa de la inestabilidad política y económica de las últimas semanas.
La calificación de emisor a largo plazo (Issuer Default Rating, IDR) en moneda extranjera fue rebajada de "BBB" a "BBB-" y la correspondiente a la moneda nacional fue rebajada de "A-" a "BBB", con sus respectivas perspectivas en nivel "negativo".
La agencia también rebajó el techo soberano (Country Ceiling) de "BBB+" a "BBB", mientras que la calificación de emisor a corto plazo en divisa extranjera pasó de "F2" a "F3".
"Las rebajas muestran las incertidumbre sobre la estabilidad y la política económica durante un difícil periodo de transición política", manifestó en un comunicado Charles Seville, director del grupo de calificaciones soberanas de Fitch.
"Aunque la transición a la democracia podría mejorar la confianza a largo plazo, la agitación política ha empeorado la perspectiva a corto plazo de la economía, las finanzas públicas y el sistema financiero", añadió Seville.
La perspectiva "negativa" se fundamenta principalmente en la incertidumbre política, según la agencia de calificación de riesgo.
"Fitch cree que existe el riesgo de que las primeras elecciones plenamente democráticas de Túnez (previstas para julio) no desemboquen en un Gobierno estable con un mandato duradero que pueda aplicar políticas económicas responsables e inspirar la confianza de los inversores", explicó la agencia.
"El derrocamiento del antiguo régimen ha elevado las expectativas, pero cualquier nuevo Gobierno afrontará desafíos económicos similares, siendo el más significativo de ellos el alto índice de desempleo juvenil", agregó.
Aunque constata que la economía tunecina sigue funcionando con normalidad, Fitch prevé que el país crecerá a un ritmo de entre el 1 y el 2 % en 2011, muy por debajo del pronóstico del 5 % de finales de 2010, a causa de la pérdida de producción durante las revueltas y del impacto que estas tuvieron en la industria turística. EFE