Londres, 29 oct (EFE).- La empresa de transporte National
Express, propietaria en España de Alsa y Continental Auto, rechazó
hoy la propuesta de fusión planteada por su rival Stagecoach e
indicó que en estos momentos su prioridad es conseguir ejecutar una
ampliación de capital que le permita sanear sus delicadas finanzas.
Esta decisión se produce apenas quince días después de que el
consorcio formado por la familia Cosmen, accionista mayoritario de
la compañía, y la firma de capital riesgo CVC retirasen su oferta
por National Express, lo que supuso un duro revés para Stagecoach,
que había acordado comprar las operaciones de autobuses y
ferrocarril de National Express si la operación prosperaba.
Tras este intento frustrado, Stagecoach decidió aproximarse a
National Express en solitario, con un proyecto preliminar de fusión
que contemplaba la creación de un gigante valorado en 1.700 millones
de libras (1.894 millones de euros) y en el cual National Express
habría retenido una participación del 40 por ciento.
Sin embargo, la compañía anunció hoy en una comunicación remitida
a la Bolsa de Londres que tras evaluar la oferta de Stagecoach ha
decidido "dar por concluidas las negociaciones para evitar nuevas
interrupciones en el negocio" y centrarse, así, en "asegurar una
ampliación de capital exitosa antes de finales de año".
A pesar de que National Express no ha dado más detalles sobre
esta operación y se ha limitado a adelantar que realizará un anuncio
a lo largo de noviembre, los analistas creen que la empresa pretende
recaudar entre 300 y 350 millones de libras (334 y 390 millones de
euros).
Stagecoach ha mostrado su "decepción" ante la decisión tomada por
National Express y ha señalado que no planteará una oferta
alternativa en los próximos seis meses a no ser que se produzca un
cambio significativo en las circunstancias actuales.
El pasado julio, National Express, que emplea a 43.000 personas
en todo el mundo, anunció una pérdida en el primer semestre del año
de 41,7 millones de euros, frente a la ganancia de 40,7 millones de
euros del mismo período del año anterior.
Los números rojos estuvieron determinados por las pérdidas
derivadas de la explotación de la franquicia ferroviaria East Coast,
que enlaza Londres con Edimburgo y que fue nacionalizada a
principios de ese mes ante las dificultades financieras de la
compañía, cuya deuda neta ascendía a fecha 30 de junio a 977
millones de libras (1.089 millones de euros). EFE