Nueva York, 14 dic (EFE).- Standard & Poor's (S&P) anunció hoy su
decisión de bajar la calificación que otorga a la deuda de México,
al considerar que el Gobierno no ha puesto en marcha suficientes
medidas para mejorar su situación fiscal y compensar el efecto en
sus cuentas de la caída de los ingresos petrolíferos.
"Las bajadas reflejan nuestra evaluación de que las recientes
acciones de México para incrementar sus ingresos no petroleros y
mejorar las eficiencias de su economía probablemente serán
insuficientes para compensar el debilitamiento de su perfil fiscal",
explicó hoy la analista de Standard & Poor's Lisa Schineller.
En un comunicado, Schineller añadió que ese debilitamiento "se
deriva de una combinación de modestas perspectivas de crecimiento
del Producto Interior Bruto (PIB) unidas a una menor producción
petrolera durante los siguientes años".
La calificación de S&P para la deuda en moneda extranjera a largo
plazo pasó de "BBB+" a "BBB", mientras que la de corto descendió de
"A-2" a "A-3", al tiempo que la perspectiva de estas valoraciones se
mantiene estable.
De igual manera, S&P bajó la calificación en moneda local de
largo plazo de "A+" a "A" y confirmó la de corto plazo en "A-1"; al
tiempo que bajó la evaluación del riesgo de transferencia y
convertibilidad de México de "A+" a "A".
Según la agencia de calificación, las medidas sobre los ingresos
aprobadas en el presupuesto de 2010 deberían ocuparse de la
vulnerabilidad fiscal que suponen los volátiles ingresos petroleros.
"Sin embargo, la incapacidad para aumentar sustancialmente la
base tributaria y la baja probabilidad que ocurra una importante
reforma fiscal en los siguientes años sugieren que el perfil de
deuda de México se mantendrá en la categoría de BBB", aseguró S&P,
que prevé que la deuda neta de México se mantenga en torno al 34%
del PIB hasta 2011 y que la economía crezca entre el 3% y 4%.
"Pese a la ganancia en eficiencia asociada al cierre de Luz y
Fuerza del Centro, la empresa eléctrica en la región central del
país, la nueva gestión de sus activos y las próximas concesiones de
telecomunicaciones, creemos que los fuertes vínculos con la economía
de EE.UU. limitará su perspectiva de crecimiento", apuntó.
En el ámbito fiscal, la agencia calificadora recordó que México
ha aprobado varias subidas de impuestos "en medio de la más profunda
contracción del PIB real en décadas, estimada en 7%", para tratar de
reemplazar los ingresos petroleros perdidos.
Sin embargo, "en el mejor de los casos" los ingresos del sector
público alcanzarán a representar el 22% del PIB, muy por debajo del
35% que tienen los países con calificaciones "BBB".
"La incapacidad del Gobierno para ampliar significativamente su
base tributaria y resolver las muchas lagunas y exenciones del
régimen fiscal -aseguró S&P- debilita su capacidad para contener la
presión fiscal derivada de una menor producción petrolera, incluso
si dicho descenso ocurre más lentamente que en los últimos años".
El déficit del Gobierno rondará el 3% del PIB hasta 2011, según
la agencia, que recordó en cualquier caso que las calificaciones de
México están respaldadas por su trayectoria y compromiso con la
estabilidad macroeconómica, así como por su prudencia, que es
apoyada por los partidos políticos de ámbito nacional.
Las calificaciones también reflejan "el manejo conservador de la
secretaría de Hacienda, la existencia de un banco central que es
formal y operativamente independiente, y las recientes medidas para
mejorar la gestión del Servicio de Administración Tributaria".
"Además, las cuentas externas de México (con una deuda del 31% de
los ingresos por cuenta corriente) no entrañan el mismo riesgo para
su perfil crediticio como ocurre en otros países con la misma
calificación", aseguró S&P, que calcula que el déficit alcanzará el
1,4% del PIB en 2011.
En cuanto a la perspectiva de las calificaciones, S&P ha puesto
"estable" para reflejar su expectativa de que "las cautelosas
políticas macroeconómicas de México deben contener el aumento de la
carga de la deuda en los siguientes años". EFE