Bruselas, 21 mar (EFE).- El ministro francés de Industria, Eric Besson, defendió hoy que la realización de pruebas de resistencia a las centrales nucleares europeas es la "única manera de recuperar la confianza" en la energía nuclear.
Besson participó hoy en un Consejo de Ministros europeos de Energía para abordar la crisis de la central nuclear nipona de Fukushima, que quedó muy dañada por el terremoto y posterior tsunami que sufrió japón hace dos semanas, así como la ejecución de test de resistencia en las plantas comunitarias.
El titular francés de Industria recordó que esas pruebas se realizarán de forma voluntaria, ya que no hay base jurídica en la Unión Europea para imponerlas, aunque destacó que "queremos que todos se sometan a ellas, porque son la única manera de recuperar la confianza en lo nuclear".
Según explicó, Francia ha propuesto a sus socios comunitarios que las pruebas de seguridad de las centrales europeas estén basadas en cuatro criterios: los riesgos de seísmos, de tsunamis, de perder la capacidad de refrigeración y la capacidad de limitar las consecuencias de los accidentes graves.
Señaló asimismo que los países de la UE tendrán un "debate tranquilo" en las próximas semanas para "definir juntos" los criterios para los test de resistencia de las centrales.
Besson solicitó a quienes urgen por abandonar la energía nuclear que reflexionen sobre el precio que habrá que pagar entonces por la energía y los costes que acarrearán a los países, y rechazó que Francia contraponga lo nuclear a lo renovable, al resaltar que su país "avanza mucho" en esa área.
"La edad en sí no es un criterio para cerrar una central", puntualizó el ministro francés, quien señaló que en principio se calcula en 30 años el periodo para "amortizar" financieramente una central nuclear, aunque pueden funcionar durante "40 ó 45 años".
Defendió que las centrales francesas son "de las más exigentes" en materia de seguridad, y que en ese país la tercera generación de reactores nucleares "ya es una realidad", a la vez que se trabaja ya en los de cuarta generación. EFE