Naciones Unidas, 23 sep (EFE).- El presidente de la República
Dominicana, Leonel Fernández, pidió hoy a la Asamblea General de la
ONU que impulsen medidas para evitar la especulación con los precios
de materias primas y alimentos, y que se graven los fondos en
paraísos fiscales para financiar el desarrollo social.
En su intervención en los debates de la Asamblea General, recordó
que "antes del inesperado colapso de algunos de los más emblemáticos
bancos de inversión", los países en desarrollo ya sufrían otras dos
crisis, las de los precios del petróleo y de los alimentos.
Esta última elevó, según datos de Naciones Unidas citados por
Fernández, en 150 millones el número de personas que literalmente
pasa hambre en el mundo, para superar así los mil millones.
"Desde la crisis financiera, la tempestad ha sido tan intensa que
ha provocado un estado generalizado de angustia y ansiedad en el
mundo como no se había conocido durante décadas", reconoció el
presidente dominicano, quien lamentó que sólo durante su discurso de
quince minutos en el mundo fueran a morir prematuramente 270 niños.
Esta realidad, que es "moral y políticamente inaceptable", exige
en su opinión" que la Asamblea General declare un estado de
emergencia sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio", ocho metas propuestas en el año 2000 para mejorar las
condiciones de vida de millones de personas.
A su juicio no puede argumentarse que no hay recursos suficientes
para esta "ingente tarea", ya que "la manera diligente con que se
enfrentó el colapso del sistema financiero muestra que cuando se
quiere, se puede".
Para el presidente dominicano, ante todo hay que garantizar que
no se puede repetir el "súbito y abrupto" incremento de los precios
del petróleo y de los alimentos "consecuencia de la especulación
excesiva en las transacciones que se producen en los mercados de
contratos a futuro".
Fernández dijo haber observado con preocupación en las últimas
tres semanas un incremento de más de mil dólares por tonelada en el
precio de la leche en los mercados internacionales, sin ninguna
justificación.
Otra propuesta de Fernández fue la de crear un grupo de trabajo
que elabore un plan de acción para fijar un gravamen a favor del
desarrollo sobre los capitales depositados en paraísos fiscales,
bancos ajenos al sistema tradicional y centros financieros
internacionales.
Según sus datos, el desvío de recursos financieros a paraísos
fiscales genera una evasión fiscal anual de unos 250.000 millones de
dólares.
Detalló que, según Oxfam, cada año los países en desarrollo dejan
de percibir más de 50.000 millones de dólares en ingresos fiscales
debido a la existencia de los paraísos fiscales y de la banca no
regulada.
"Los recursos abundan en el mundo, pero están desigual e
injustamente distribuidos, y eso se debe, entre otras razones, a la
existencia de una arquitectura financiera proclive a la falta de
transparencia, secretismo, blanqueo de capitales, evasión y fraude",
argumentó el mandatario.
Respecto a la situación que se vive en Honduras, dijo que "a
pesar de la condena de todo el mundo a ese atentado contra la
democracia, el Gobierno de facto ha continuado en el poder, poniendo
de relieve las debilidades en la ejecución de medidas por parte de
la comunidad internacional".
Zelaya, que tendría que haber intervenido hoy en los debates de
la Asamblea al igual que sus homólogos, "prefirió con gran
despliegue de audacia y coraje retornar a su país".
"Ahora sólo está a la espera de que los representantes de los
pueblos reunidos en este foro mundial podamos actuar con la misma
dignidad, responsabilidad y nivel de compromiso en el predominio de
la democracia, la libertad y la justicia", argumentó. EFE
mgl/jrh