Río de Janeiro, 27 jun (EFE).- La minera brasileña Vale informó hoy que obtuvo la licencia ambiental previa para desarrollar el proyecto Carajás S11D, que comprende una mina de hierro y una planta de procesamiento en la Amazonía y que será el mayor de este metal en el mundo.
Vale considera este proyecto, con capacidad para producir inicialmente 90 millones de toneladas métricas de hierro al año, como el más importante entre los que ha emprendido hasta ahora.
"El proyecto constituye nuestra principal garantía de crecimiento de la capacidad de producción y de conservación del liderazgo en el mercado global en términos de volumen, costo y calidad", según un comunicado de la minera.
Vale, mayor productora y exportadora mundial de hierro, aclaró que la licencia concedida por el estatal Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) garantiza la viabilidad ambiental de Carajás S11D pero no es la única necesaria para poner en marcha el negocio.
El proyecto está ubicado en Carajás, municipio en el estado amazónico de Pará en el que Vale tiene sus mayores reservas, y su entrada en operación está prevista para el segundo semestre de 2016 tras una inversión de 8.039 millones de dólares.
Las reservas encontradas en el lugar garantizan una producción promedio de 90 millones de toneladas métricas anuales de un mineral con contenido promedio de hierro del 66,48 por ciento y baja concentración de impurezas.
El S11D obligará a Vale a realizar inversiones por otros 11.400 millones de dólares en infraestructura y logística, que incluyen un nuevo terminal marítimo con capacidad para mover hasta 230 millones de toneladas métricas de hierro al año.
Para obtener la licencia ambiental previa, Vale se comprometió a adoptar soluciones tecnológicas que garantizan un uso sostenible de los recursos naturales y la reducción de las emisiones de gases contaminantes.
Entre esas tecnologías destacan el uso de cintas eléctricas para transportar el mineral de hierro hasta la planta procesadora en lugar de camiones; el procesamiento del mineral a partir de su humedad natural, es decir sin el uso de agua, y la reducción de las aguas residuales.
Esas tecnologías, según la empresa, permitirán que el proyecto opere con una economía del 93 por ciento en el consumo de agua y del 77 por ciento en el consumo de combustibles, lo que, a su vez, garantizará una reducción del 50 por ciento en la emisión de gases del efecto invernadero. EFE