Washington, 25 abr (EFE). Los gobiernos de Estados Unidos y China celebrarán el 9 y el 10 de mayo en Washington una nueva ronda de su diálogo estratégico y económico tras superar un 2010 en el que abundaron las tensiones, pero con la controversia sobre el yuan aún por resolver.
El secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, serán los encargados de defender la postura económica y diplomática de EE.UU., mientras que del lado chino harán lo propio el consejero de Estado, Dai Bingguo, y el viceprimer ministro, Wang Qishan, informó hoy el Departamento de Estado.
Ésa será la tercera ronda del diálogo estratégico y económico entre ambos países bajo el gobierno de Barack Obama, después de una que se celebró a finales de julio de 2009 en Washington y otra más en mayo de 2010 en Pekín.
En esta ocasión, ambos países acudirán al diálogo después de haber superado las tensiones que abundaron el año pasado en asuntos tan variados como el acceso a Internet, la venta de armas a Taiwán, los derechos humanos o la cotización del yuan.
En enero, Obama y su homólogo chino, Hu Jintao, quisieron poner durante la visita de éste a Washington el énfasis en la cooperación y el aumento de la confianza, y prometieron intensificar la cooperación política y económica entre sus países.
Sin embargo, mantuvieron sus diferencias tanto en el área de los derechos humanos como en la relación comercial y económica.
Precisamente, el diálogo tendrá lugar pocos días después de que EE.UU. y China celebren en Pekín, el 27 y 28 abril, una nueva ronda de su diálogo sobre derechos humanos.
En el lado económico, ambos países abordarán previsiblemente la cotización del yuan, uno de los asuntos más espinosos en la relación bilateral.
El Departamento del Tesoro anunció el pasado día 8 que retrasará la publicación de su informe semestral sobre la política monetaria de China en el que determina si Pekín manipula el yuan, una práctica ya común cuando se acercan citas de alto nivel entre ambos países.
El informe debía haber sido entregado el 15 de abril, mientras que el de octubre fue publicado el 4 de febrero, y en él el Tesoro dijo que no existían pruebas de que China manipulara su divisa en el 2010, aunque insistió en que el yuan seguía "sustancialmente infravalorado" y el ritmo de apreciación es "insuficiente".
Washington cree que un yuan por debajo de su valor de mercado favorece de manera injusta a las exportaciones chinas en detrimento de sus productos.
El pasado día 16 China afirmó que flexibilizará el tipo de cambio de su moneda pero lo hará "paso a paso", según dijo el gobernador del banco central y máximo regulador, Zhou Xiaochuan. EFE