Washington, 14 dic (EFE).- El presidente de EEUU, Barack Obama,
se reúne con los ejecutivos de los doce principales bancos del país
para que concedan más créditos a los consumidores y a las pequeñas
empresas, y acepten una mayor regulación del sector financiero.
Ésta será la segunda reunión de Obama con los máximos
responsables de las grandes entidades financieras de Wall Street,
después de la que mantuvo con ellos el 27 de marzo en plena crisis
económica y en la que coincidieron en el objetivo común de colaborar
en la recuperación y en restaurar la estabilidad financiera.
En aquella reunión, no ausente de tensiones, se habló del plan de
rescate bancario que puso en marcha el Gobierno, así como de la
necesidad de endurecer la regulación financiera y de las
retribuciones y primas sustanciales que reciben los altos
ejecutivos.
Obama ha sido uno de los que ha mostrado públicamente más
indignación por estas compensaciones y se prevé que aborde hoy de
nuevo este tema con los consejeros delegados de los doce mayores
bancos de EEUU, dado que los bonos se reparten normalmente en las
últimas semanas del año, de acuerdo con fuentes gubernamentales.
El presidente expresó el domingo en una entrevista al programa
"60 Minutos" de la cadena CBS su molestia con los "potentados" de
las grandes entidades financieras de Wall Street, porque pese a
haber sido rescatadas o recibido ayudas del Gobierno siguen
recibiendo primas sustanciales.
"No me presenté a presidente para ayudar a un grupo de potentados
de Wall Street", afirmó Obama.
Mientras, millones de ciudadanos están en el paro en EEUU y el
índice de desempleo se sitúa en el 10 por ciento.
En la entrevista Obama explicó que las únicas entidades
financieras que pagan esas primas y evitan así los límites que su
Administración ha impuesto a las firmas que utilizaron fondos del
Programa de Asistencia de Activos de Riesgo (TARP en sus siglas en
inglés) son aquellas que han devuelto el dinero al Gobierno.
Pero el presidente no descartó que esos bancos podrían haber
devuelto el dinero solamente para poder pagar a sus directivos y
empleados los bonos, dado que el Gobierno ha impuesto límites para
las compensaciones de aquellas empresas que han recibido ayudas.
Wells Fargo y Citigroup son los únicos dos grandes bancos que aún
no han devuelto el dinero del rescate recibido. Bank of America
devolvió el miércoles 45.000 millones de dólares.
En la reunión está previsto que participen los ejecutivos de
Citigroup, Vikram Pandit; de JP Morgan Chase, Jamie Dimon; de
Goldman Sachs, Lloyd Blankfein; de Bank of America, Ken Lewis; de
Morgan Stanley, John Mack; y de Wells Fargo, John Stumpf, entre
otros, según el Washington Post y el Wall Street Journal.
Obama les pedirá hoy que otorguen más créditos a particulares y
empresas, particularmente las pequeñas, dado que en los últimos
cinco trimestres han reducido la cantidad que prestan a los
consumidores y negocios, pese a haber vuelto a registrar ganancias
debido en parte a la importante ayuda gubernamental.
Por otra parte, las perspectivas para una reforma financiera han
sido obstaculizadas por las presiones del sector que han convencido
a moderados y conservadores en el Senado de que muchas propuestas
limitarían el crecimiento económico.
En este sentido, Obama dijo a CBS que "lo que realmente me parece
frustrante ahora mismo es que los mismos bancos que se beneficiaron
de los impuestos de los ciudadanos están luchando con uñas y dientes
con sus grupos de presión en el Capitolio contra una supervisión
financiera" mediante una ley reguladora.
La Cámara de Representantes de EEUU aprobó el viernes, aunque por
estrecho margen, la mayor reforma financiera del país desde la Gran
Depresión, con el propósito de consolidar la confianza de los
consumidores y combatir los abusos de Wall Street.
Con 223 votos a favor y 202 en contra, incluyendo el "no" de 27
demócratas que rompieron filas con su partido, los legisladores
aprobaron una iniciativa para modernizar el sistema financiero de
EEUU y reforzar la supervisión de las actividades bancarias. EFE