La formación morada ve posible recaudar unos 11.000 millones, el 1% del PIB, con un nuevo impuesto de entre el 2% y el 3,5% a los grandes patrimonios que superen el millón de euros, el cual sustituiría al actual impuesto de patrimonio y las administraciones autonómicas no podrían así bonificarlo. Pero lo cierto es que el impuesto de patrimonio que hoy se recauda es muy escaso ante la gran magnitud de lo que debería, y todo porque las grandes fortunas de verdad utilizan estructuras fiscales complejas para minimizar su carga, y los bancos privados temen que ocurrirá lo mismo con la nueva ‘tasa Covid’.
Según la Agencia Tributaria, en 2017 el impuesto de patrimonio recaudó casi 1.112 millones de 175.418 declarantes. Pero la distribución de los que pagaron fue muy desigual. Algo más del 74% del impuesto, por número de declarantes, se recaudó entre los españoles que tienen 300.000 euros y 1,5 millones de euros. Por importe, sin embargo, un 51,3% recayó entre los que tienen 1,5 y 6 millones de euros; un 22% llegó de los que están entre los 6 y los 30 millones y un 15,2% fue obtenido de los que tienen de 300.000 euros a 1,5 millones de euros.