Brasilia, 24 ago (EFE).- La actual crisis financiera mundial durará más que lo inicialmente previsto pero no será tan grave como la de 2008, cuando produjo la quiebra de algunos bancos de inversiones, aseguró hoy la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
La jefe de Estado agregó que la actual crisis afecta principalmente a los países desarrollados y que Brasil está más preparado que hace tres años para superarla.
"Se trata de una crisis profunda del sistema financiero de los países desarrollados. Es una crisis de confianza que puede durar más tiempo que lo que se esperaba", afirmó Rousseff en breves declaraciones que concedió a periodistas tras una ceremonia oficial en el Palacio presidencial de Planalto.
Según la mandataria, pese a que será difícil recuperar el consumo y la inversión, la actual crisis no provocará "catástrofes" como ocurrió en 2008, cuando algunos bancos de inversiones quebraron y el sistema financiero mundial tembló.
"La crisis actual va a ser eso que estamos viendo: un día está peor y al siguiente está mejor", agregó Rousseff tras la ceremonia en la que su Gobierno anunció un programa para reducir el costo del crédito destinado a las pequeñas y medianas empresas.
Rouseff admitió que Brasil tiene que preocuparse con la crisis internacional pero alegó que el país, que se recuperó rápidamente del colapso en 2008, está actualmente en mejores condiciones que entonces, ya que tiene un fuerte mercado interno, mayores reservas internacionales y un elevado encaje bancario.
"La crisis internacional nos debe preocupar siempre, pero tenemos que estar conscientes de una cosa: hoy estamos en mejores condiciones para enfrentarla", dijo.
"Brasil ya dio varios pasos (para superar la crisis) y hoy dimos otro paso, que es contar con la inmensa fuerza de 190 millones (de habitantes) para invertir, consumir, trabajar y emprender", afirmó la presidenta al referirse al programa lanzado hoy para incentivar el crédito. EFE