Santander, 23 mar (.).- La presidenta del Banco Santander (MC:SAN), Ana Botín, ha anunciado hoy un aumento del 4,5 % del dividendo de este año, hasta 0,23 euros por acción, y la intención de pagar el del ejercicio 2019 íntegramente en efectivo.
También ha defendido con ahínco la compra del Banco Popular (MC:POP) y ha lamentado públicamente las pérdidas de los accionistas, que vieron su inversión reducida a cero, aunque ha insistido en que el grupo que lidera no tiene responsabilidad alguna en esta cuestión.
En la primera Junta tras la adquisición del Popular por un euro y en respuesta a los accionistas, Botín ha recordado que fue la Junta Única de Resolución (JUR) europea quien decidió poner a valor cero las acciones del banco adquirido.
Ha insistido en que la compra permitió la vuelta a la normalidad del negocio del Popular tras la fuerte salida de depósitos, sin afectar a la estabilidad del sistema y sin ayudas públicas.
La compra ha sido una "excelente oportunidad" y ahora espera una rentabilidad sobre la inversión del 13-14 % en 2020 y un impacto positivo de al menos el 2 % en el beneficio por acción desde 2019.
Pero el objetivo, ha reiterado, es no perder ni un solo cliente, de ahí que Santander haya ofrecido únicamente una compensación a los accionistas de Popular que tenían relación comercial con el banco.
Al resto de accionistas, que igualmente perdieron todo su dinero y que hoy pidieron "un gesto de elegancia y generosidad", Botín les ha indicado que existen otros cauces para reclamar.
Otros tantos intervinientes han mostrado su satisfacción por el aumento del dividendo con cargo a 2018, que abonará en cuatro pagos -tres en efectivo y uno a elegir entre efectivo o acciones- y que en 2019 se abone íntegramente en efectivo y en dos únicos pagos, uno a cuenta en noviembre y otro complementario en mayo del año siguiente.
Santander ha presentado también una nueva marca "más moderna y adecuada a los canales digitales y el móvil", que mantiene el color rojo y la característica llama, y aspira a llegar a 30 millones de clientes digitales este mismo año.
El banco avanza en su idea de usar únicamente el nombre Santander e impone desde hoy esta marca en Portugal, donde deja de llamarse Santander Totta, y lo hará en breve en Alemania, con su división de consumo, y en sus filiales de Polonia y Argentina.
Botín ha reclamado en su intervención un marco regulatorio "más justo" para la era digital, que permita a los bancos innovar y ser competitivos porque la regulación hoy es más exigente con la banca que con las grandes plataformas que hacen las mismas actividades.
Su ambición es convertir el banco en una plataforma que conecte consumidores con negocios, negocios entre sí y que ofrezca a los clientes lo que quieren, "con toda la confianza que esperan de un banco y la rapidez e innovación de las start-up más dinámicas".
La banquera ha obviado hablar de Cataluña o del "brexit", pero ha ensalzado la fortaleza de la economía española, que prevé que crezca a un ritmo del 3 % por cuarto año consecutivo.
Además, ha pedido que España sea una referencia en crecimiento inclusivo y consiga que los españoles que más sacrificios han hecho estos años de crisis también se beneficien de la recuperación.
En la Junta ha estado representado el 64,55 % del capital y se ha aprobado el nombramiento como consejero independiente del presidente de Santander Brasil, Álvaro Antonio Cardoso de Souza, y la ratificación también como independiente de Ramiro Mato, ex máximo responsable de BNP Paribas (PA:BNPP) en España.
De este modo, el consejo vuelve a estar compuesto por 15 miembros -nueve independientes-, tras la reelección de Carlos Fernández, Ignacio Benjumea, Guillermo de la Dehesa, Sol Daurella, y Homaira Akbari.