Tokio, 3 mar (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en rojo tras tres sesiones consecutivas de ganancias, después de que los inversores optaran por la recogida de beneficios mientras continúan las expectativas sobre una subida de tipos en EE.UU.
El índice Nikkei cerró con un retroceso de 95,63 puntos, un 0,49 por ciento, y quedó en 19.469,17 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, perdió 6,64 puntos, un 0,42 por ciento, hasta las 1.558,05 enteros.
El parqué tokiota abrió hoy con pérdidas después de cerrar la víspera en su máximo de dos meses y tras haber ganado más de 450 puntos en solo dos días.
Aunque los inversores decidieron apostar seguro y recoger beneficios, las ventas quedaron amortiguadas por las crecientes expectativas en torno a una subida de tipos en EE.UU. en marzo, que tanto han animado a los mercados internacionales.
La publicación antes del arranque de la sesión del dato de los precios en Japón, que enero subieron un 0,1 %, no tuvo gran impacto en la cotización, a pesar de ser el primer avance en 13 meses.
Las compañías relacionadas con el petróleo se resintieron por la nueva caída del precio del crudo durante la madrugada.
La refinería Showa Shell Sekiyu (T:5002) perdió un 2,1 % mientras la petrolera JX Holding se dejó un 1,7 por ciento.
La que vivió una buena jornada fue Nintendo (T:7974), cuyas acciones escalaron cerca de un 4 por ciento gracias a la buena acogida de su nueva videoconsola, cuyas existencias se han agotado en muchos establecimientos nipones en su día de lanzamiento.
Los valores del histórico fabricante nipón de videojuegos cerraron con ganancias del 3,65 % el día en que la consola Switch salió a la venta en Japón, Australia, EE.UU., Canadá y Europa con una tirada inicial de 2 millones de unidades.
En la primera sección, 1.256 valores retrocedieron frente a los 617 que avanzaron, y los 130 que terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,185 billones de yenes (18.200 millones de euros), frente a los 2,532 billones de yenes (21.048 millones de euros) de la víspera.