BEIJING (Reuters) - China dijo el lunes que el valor de su divisa se estaba viendo impulsado por las leyes del mercado y que no tenía intención de devaluar el yuan para ayudar a las exportaciones, después de que Washington dijera que estaba vigilando la debilidad de la moneda en medio de la escalada de las tensiones comerciales bilaterales.
El Ministerio de Exteriores chino también dijo que las amenazas y la intimidación sobre el comercio nunca funcionarían en China, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que estaba dispuesto a imponer aranceles sobre los 500.000 millones de dólares de bienes del país importados.
En una rueda de prensa diaria, el portavoz del ministerio, Geng Shuang, fue preguntado por los comentarios realizados el viernes por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, quien dijo a Reuters que la debilidad del yuan sería analizada en el informe semestral del Tesoro sobre la manipulación de divisas, previsto para el 15 de octubre.
Las declaraciones de Mnuchin fueron las primeras desde los inicios del Gobierno Trump en 2017 en plantear la posibilidad de designar a China como manipuladora.
Geng dijo que el valor del yuan estaba sujeto a las fuerzas de la oferta y la demanda, y que el sólido crecimiento económico respaldaba su nivel.
"China no tiene intención de utilizar medios como la devaluación competitiva de su moneda para estimular las exportaciones", dijo.
Aunque el ministerio no tiene voz en la política monetaria, es el único departamento gubernamental que mantiene una sesión informativa diaria a la que pueden asistir los periodistas extranjeros.
Ni el Banco Popular de China ni la Administración Estatal de Divisas respondieron a las solicitudes de comentarios sobre las observaciones de Mnuchin.
El yuan chino, afectado por la disputa comercial y la fortaleza del dólar, ha perdido más del 7 por ciento frente al dólar desde el final del primer trimestre.
(Información de Philip Wen; Información adicional de la Redacción de Beijing; Escrito por Ben Blanchard; Editado por Tony Munroe y Richard Borsuk; Traducido por Blanca Rodríguez)