Por Alison Williams
LONDRES (Reuters) - Roger Federer y Rafael Nadal han acaparado los Grand Slam este año y se necesitaría tener un corazón de piedra para no desear que el mes que viene se repitiese la épica final que los enfrentó en el torneo de Wimbledon de 2008.
Federer, de 35 años, ganó la final de cinco sets del Abierto de Australia este año, superando su propio récord al ganar su Slam número 18. Sin embargo, el suizo se quedó fuera de la temporada de tierra batida en la que Nadal, de 31 años, hizo historia al ganar su décimo Roland Garros y su décimo quinto Slam.
En 2008, Nadal tenía tan solo 22 años de edad. Sobrevivió a dos interrupciones por lluvia y al feroz contraataque de Federer para usurparle el reinado de cinco años como campeón de Wimbledon al suizo, triunfando finalmente después de las derrotas de las finales de 2006 y 2007.
El partido, que duró cuatro horas y 48 minutos, es hasta el día de hoy la final más larga de toda la historia de Wimbledon. Fue aclamada por comentaristas, jugadores y fans por igual, y John McEnroe, campeón de siete títulos de Grand Slam, dijo que era el partido más grandioso que había visto jamás.
Las series de Wimbledon, que serán confirmadas el miércoles, y los emparejamientos del viernes determinarán si los dos titanes tienen posibilidades de encontrarse, por primera vez desde aquel enfrentamiento, en la pista central en la final del torneo, que se jugará del 3 al 16 de julio.
Sin embargo, para aquellos que crean en los presagios, el Nadal de 2008, que entonces llevaba de pantalones piratas, pelo largo y camisetas sin mangas, triunfó en Wimbledon después de ganar el Abierto de Francia sin ceder un solo set - algo que ha repetido este mes de junio.
"Irá a Wimbledon con mucha autoestima. Para mí, es favorito junto a Federer, pero Federer no tendrá la confianza de llegar como campeón del Abierto de Francia", dijo a Reuters Mats Wilander, tres veces campeón en Roland Garros y presentador de Eurosport.
Nadal, número dos del mundo, se retiró del tradicional campeonato de calentamiento sobre hierba, el Torneo de Queen's Club, para descansar antes del desafío de una tercera copa de Wimbledon mientras se prepara en su Mallorca nativa.