Washington, 4 oct (EFE).- Líderes demócratas del Congreso de EE.UU., sindicalistas y trabajadores se manifestaron hoy frente al Capitolio en contra de los pactos comerciales con Colombia, Panamá y Corea del Sur, por considerar que son parte del modelo económico que creó la crisis de empleos en este país.
Presionado por los republicanos, el presidente Barack Obama envió finalmente el lunes los acuerdos al Congreso, con lo que dio inicio al trámite legislativo para su eventual votación.
Aunque se prevé que los acuerdos se aprueben, después de que se renegociaran varios de sus aspectos, los sindicatos, legisladores y grupos que los respaldan, han prometido una batalla en su contra.
En una rueda de prensa, portando carteles y gritando consignas, los detractores de los Tratados de Libre Comercio (TLC) aseguraron que éste es el peor momento para ratificarlos, porque no ayudarán a crear empleos en EE.UU.
"Urgimos al Congreso a que deje de escuchar a Wall Street y empiece a escuchar al ciudadano de a pie", dijo Tom Buffingburger, presidente del sindicato de maquinistas, al señalar que en la última década EE.UU. ha cerrado miles de fábricas y ha perdido más de seis millones de empleos en el sector manufacturero.
Buffingburger señaló que, en el caso de Colombia, "hay 2.900 razones para oponerse" al TLC, en alusión al número de sindicalistas asesinados en los últimos 25 años en ese país.
Leo Gerard, presidente del sindicato de trabajadores acereros, dijo que 15 sindicalistas han muerto desde que Colombia suscribió un plan de acción para reforzar los derechos humanos y laborales, y acusó al Gobierno de Bogotá de "no tomar con seriedad" esas medidas.
El legislador demócrata de Maine Mike Michaud, que preside el Grupo de Trabajo sobre Comercio de la Cámara Baja, se preguntó si Obama quiere crear empleos en casa o, por el contrario, "exportarlos" mediante los TLC.
Michaud cree que la aprobación de la Ley de Ajuste Comercial (TAA), que ayuda a trabajadores desplazados por el comercio exterior, debe estar vinculada a una política comercial que aliente el crecimiento de negocios y empleos "en casa".
Cerca de 200 sindicalistas tienen previsto realizar una jornada de actos de presión ante el Legislativo, para exigir que el Congreso apruebe, en vez, el plan de empleos de 447.000 millones de dólares que Obama presentó hace unas semanas.
Consultado por Efe, el embajador de Colombia ante la Casa Blanca, Gabriel Silva, consideró que si bien en una democracia hay espacio para la oposición, ésta no tiene derecho a manipular o hacer caso omiso de los avances que ha registrado su país en defensa de los derechos laborales y "en la lucha contra la violencia y la impunidad".
La Cámara de Comercio de Estados Unidos, por su parte, considera que los pactos ayudarán a EE.UU. a recuperar el liderazgo en la arena internacional, crearán empleos dentro del país y "nivelarán la cancha" en el ámbito comercial.
El presidente de la Cámara de Comercio, Tom Donohue, ha prometido una gran movilización para que el Congreso ratifique los acuerdos, "que ya cuentan con apoyo bipartidista".
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes tiene previsto realizar mañana un voto preliminar de los acuerdos, que podrían llegar al pleno de la Cámara Baja la próxima semana.
El Senado hará lo propio posteriormente, y la meta es concluir el proceso antes de que finalice el período de trabajos legislativos a finales de octubre.
Los tratados fueron negociados durante la presidencia de George W. Bush bajo la llamada "vía rápida", por lo que el Congreso sólo puede votarlos sin hacerles modificación alguna. EFE