Barcelona, 15 nov (.).- La farmacéutica Almirall (MC:ALM) ha cerrado los primeros nueve meses del año con pérdidas de 39,4 millones de euros frente a un beneficio de 57,1 millones conseguido en el mismo período de 2020, pese a que las ventas crecieron un 6,2 %.
La compañía ha destacado, en un comunicado, que las pérdidas se explican por el deterioro de 103 millones del valor contable del activo intangible de Seysara (69 millones), la cartera 'legacy' de Estados Unidos (22 millones) y el pago por la opción de compra de Bioniz, que finalmente no se ejecutó (12 millones).
Las ventas netas consideradas 'core', que excluyen la contribución de AstraZeneca (LON:AZN), crecieron un 6,2 % hasta los 601,7 millones de euros y el ebitda core (beneficio bruto) se situó en 164,2 millones, un 20,3 % superior al de un año antes.
Por su parte, el resultado neto normalizado, que excluye los deterioros intangibles contabilizados en el segundo trimestre, asciende a 61,4 millones, lo que supone un descenso del 17,2 % en relación con el año pasado.
Uno de los principales motores de crecimiento de la compañía con sede en Barcelona es el negocio de dermatología en la UE, que impulsa "un sólido rendimiento" y que se traduce en este incremento del ebitda core.
El consejero delegado de Almirall, Gianfranco Nazzi, se ha mostrado confiado en que "los motores de crecimiento" de la compañía "mantendrán su sólida trayectoria" en el cuarto trimestre.
Asimismo, afirma que la empresa está bien posicionada para el crecimiento a largo plazo, ya que está desbloqueando el valor del 'pipeline' en fase avanzada al tiempo que lleva a cabo la transformación de la compañía.
Por ello, la biofarmacéutica prevé una mejora de sus objetivos de ventas para el final del 2021, con un crecimiento del segmento core de un dígito medio, y ajusta al alza el rango bajo del core ebitda hasta los 200 millones.