Madrid, 10 may (.).- El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), Miguel Ángel Martínez-Aroca, ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica que ordene la implantación de plantas fotovoltaicas y no la deje al mercado, pues ésto puede ocasionar impactos ambientales y una oposición general a esas instalaciones.
Martínez-Aroca, que ha participado este lunes en la jornada "El camino a la energía limpia", organizada por Eldiario.es, ha indicado que se está dejando que sean los grandes promotores los que organicen cómo y dónde se tienen que poner esas plantas, sin que haya una ordenación por parte del Ministerio.
Ha indicado que en estos momentos parece todo abocado a la instalación de "macroplantas" gestionadas por grandes compañías eléctricas y fondos de inversión, que ha dicho que quieren trasladar su modelo a la fotovoltaica y ha agregado que ésto supone grandes impactos naturales y ambientales, con un "impacto terrible" en el medio ambiente en los lugares donde se implantan.
El presidente de Anpier, que ha reconocido que los grandes desarrollos son importantes para hacer realidad cuanto antes los objetivos de renovables y que los pequeños tienen la desventaja de ser menos interesantes desde el punto de vista económico, ha dicho que debe compatibilizarse lo grande y lo pequeño, y que "no todo debe ser grande".
Ha añadido que el Ministerio "está dejando que sea el mercado el que regule" sin ordenar, y ha pedido que se exijan medidas de implantación y compensación a los grandes promotores porque "si no, irán a lo fácil y barato, y luego que vengan otros a arreglar el desaguisado".
Martínez-Aroca ha citado proyectos como los que se desarrollan en Mula (Murcia) que suponen el vallado de 1.000 hectáreas alterando parajes "por ese dejar que el mercado campe a sus anchas" y ha señalado que se quiere construir en un mismo paraje cinco parques solares que van a perimetrar todo el municipio por las cuatro orientaciones geográficas.
"Alguien tiene que organizar eso", ha dicho Martínez-Aroca, que ha afirmado que el Ministerio no está controlando estas situaciones y las comunidades autónomas y ayuntamientos no son competentes, al tiempo que ha advertido que, "al final, se va a producir una oposición a la fotovoltaica en general" y eso es lo que quiere evitar Anpier.
"No estamos diciendo cero parques grandes, sino que controlen esa tipología de parques", ha añadido el presidente de Anpier, que ha recordado que hay solicitados 170 gigavatios (GW) de acceso y conexión cuando el objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contempla un máximo de 59 GW de nuevas renovables para 2030.
Martínez-Aroca considera que se debe poner control "en un sector que está desbocado" y ha apuntado que hay "una burbuja incontrolada", lo que puede llevar a un colapso del sector eléctrico, si al final hay mucha más oferta que la demanda que tiene el país.
El director general de la Unión Española Fotovoltacia (Unef), José Donoso, ha recordado que su organización ha pedido que al menos un 20 % de las subastas se reserve a plantas de menos 10 megavatios (MW) y, aunque ha admitido que los "comportamientos irresponsables de empresas" pueden poner en peligro la transición energética, ha advertido que "poner en duda a la Administración de forma gratuita es acusarla de prevaricación".
Ha recordado que esas plantas a las que se ha referido Martínez-Aroca están siendo evaluadas por el Ministerio y tendrán que conseguir la autorización de impacto ambiental, al tiempo que ha advertido que no todos los megavatios de acceso y conexión solicitados se van a construir, pues deberán contar con autorización ambiental y lograr financiación.
Por su parte, el director general de Regulación de Endesa (MC:ELE), Rafael González, ha dicho que si se hace bien, la implantación de renovables crea desarrollo económico con proyectos que "para la España vaciada son un bendición", pues allí no hay muchas más oportunidades.
Además, ha señalado que en el caso de la eólica, por el cada vez mayor tamaño de los aerogeneradores, se instalan menos turbinas con las que se consigue más capacidad con menos impacto, al tiempo que ha dicho que la oposición a los proyectos eólicos no es algo nuevo, sino que se ha manifestado desde el origen de esta tecnología.