Tegucigalpa, 15 jun (.).- Las empresas y los trabajadores de Honduras lograron este martes, con la mediación del Gobierno, un incremento del salario mínimo que oscila entre el 4,01 y 8 %, que será retroactivo a partir del 1 de julio, informó el ministro de Trabajo, Olvin Villalobos.
El alto funcionario subrayó que se ha logrado, después de varios meses de negociaciones, "un acuerdo parcial entre las partes".
La clase trabajadora lamentó que no se haya logrado un acuerdo para que el incremento al salario mínimo fuera retroactivo desde el 1 de enero.
El anuncio fue hecho en una rueda de prensa en la Casa Presidencial, en Tegucigalpa, con la participación, además, del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien destacó que se logró un acuerdo pese al fuerte impacto que han tenido en la economía la pandemia de la covid-19, que desde marzo de 2020 se comenzó a expandir en el país, y los daños causados por las tormentas tropicales Eta e Iota, en noviembre.
Agregó que "a partir de hoy ya hay certidumbre de que las empresas van a cumplir con este nuevo reajuste salarial y poder revitalizar la economía del país".
El gobernante felicitó a los representantes de la empresa privada y la clase trabajadora por el acuerdo alcanzado y abogó por un trato especial a los sectores turístico y agrícola.
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, dijo que los empresarios "no queríamos aumentar nada", pero que comprendían la necesidad de un aumento para los trabajadores, porque el coste de la vida también ha aumentado en el país, que sigue viviendo una situación calamitosa por la pandemia de covid-19 y los fenómenos naturales.
El ministro de Trabajo explicó que las empresas que tengan de 1 a 10 empleados y de 11 a 50, deberán pagar un incremento del 4,01 %, mientras que las que empleen de 51 a 150 personas, pagarán el 5 %.
El incremento en las empresas con más de 150 empleados será del 8 %, añadió Villalobos.
El actual salario mínimo en Honduras es de unos 10.022 lempiras (417 dólares), un ingreso que no satisface todas las necesidades de los trabajadores con ese ingreso, máxime en aquellas familias en las que solo uno de los padres tiene empleo, por ejemplo, según denuncias del sector obrero.