Riad, 9 jun (.).- El Gobierno de Arabia Saudí aprobó este martes una nueva ley de inversión minera para "alentar las inversiones de minería en el reino", tanto internas como externas, para que el sector contribuya al crecimiento del producto interior bruto (PIB), muy dependiente del petróleo.
La nueva ley tiene como objetivo establecer un fondo minero para garantizar financiación continua para el sector, así como apoyar las actividades de estudios geológicos que "atraerán inversiones internas y externas" y "lograrán que el sector contribuya al PIB", anunció hoy el ministro de Industria y Recursos Minerales, Bandar al Khorayef, en Twitter.
Asimismo, el ministro saudí detalló que la ley, que entrará en vigor en 180 días, pretende "mejorar la transparencia y la gobernanza del sector, proporcionar financiación sostenible, mejorar la confianza de los inversores y establecer un mecanismo claro y detallado".
En declaraciones a la agencia oficial saudí SPA, Khorayef aseguró que esta ley "proporciona acceso a la riqueza mineral del reino, que se estima en unos 5 billones de riales saudíes (unos 1,33 billones de dólares)", que no se han explotado aún.
En este sentido, aseguró que, tras la aplicación de esta nueva normativa, el sector de la minería podría contribuir al PIB en más de 240.000 millones de riales saudíes (unos 66.630 millones de dólares) y que se podrían generar más de 200.000 empleos directos e indirectos para 2030.
Según el Ministerio de Inversiones saudí, el sector de la minería en el reino tendrá "enormes oportunidades de crecimiento" en línea con la Visión 2030 de Arabia Saudí para diversificar su economía casi completamente dependiente del crudo.
Arabia Saudí cuenta con unas reservas subterráneas de oro de aproximadamente 20 millones de onzas (unas 567 toneladas) y 2.780 millones de toneladas de fosfato, hierro, aluminio, zinc y cobre, de acuerdo con datos del Ministerio de Inversiones.
El programa Visión 2030, lanzado por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, es el buque insignia de las reformas para modernizar el país y diversificar la dependencia del petróleo, aunque el Gobierno ha anunciado que tendrá que reducir el gasto de sus proyectos por el impacto económico de la COVID-19 y la bajada de los precios del crudo.