Madrid, 17 abr (EFE).- Argentina es el tercer país latinoamericano al que España compra más bienes y servicios, por detrás sólo de México y Brasil, unas importaciones que en 2011 supusieron el doble que las exportaciones.
Además, España es uno de los principales inversores extranjeros en Argentina y los sectores de los hidrocarburos y de los servicios públicos son los de mayor presencia empresarial y los más atractivos.
De esta forma se desprende del Informe País que elabora la secretaría de Estado de Comercio en colaboración con las oficinas comerciales españolas presentes en este país Latinoamericano.
No obstante, según este documento desde 2009 el Gobierno de Cristina Fernández ha aumentado las medidas proteccionistas como reacción frente a la crisis internacional y ha crecido "significativamente" el número de productos sometidos a licencias no automáticas de importación.
También se han multiplicado las aperturas de procedimientos por 'dumping' (competencia desleal) y algunas de estas medidas han afectado a las exportaciones españolas.
España importa de Argentina el doble de lo que exporta. Así, en 2011 las importaciones supusieron un valor de 2.096,6 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía, y crecieron el 17,5 %, mientras que las exportaciones fueron de 1.003,5 millones de euros, y aumentaron el 21,8 %.
De estos datos se desprende que la balanza comercial en 2011 presentó un déficit de 1.093 millones de euros, un 13,7 % superior al registrado el año anterior.
Los productos químicos, hortofrutícolas, pescados y marisco, materias primas y productos intermedios, y la tecnología industrial son los sectores importadores más dinámicos.
Asimismo, nuestro país es uno de los inversores extranjeros más destacados en Argentina.
No obstante, según los datos recabados por Comercio Exterior existen algunos riesgos como la Ley de Emergencia Económica, promulgada en 2002 y que otorga facultades extraordinarias al poder Ejecutivo, como la posibilidad de intervenir en los mercados para corregir los precios.
Otro problema para los inversores es el intervencionismo por parte del Gobierno en las empresas privadas.
Un sistema financiero débil y la falta de credibilidad en los datos proporcionados por el Gobierno sobre inflación o paro, son otras adversidades añadidas.
Además del sector de los hidrocarburos y de los servicios públicos, la automoción española está muy presente, aunque actualmente se enfrenta a la ralentización de la actividad debido a la crisis internacional y a las numerosas trabas a la importación.
Turismo, ocio e inmobiliario son tres sectores donde también se han registrado un importante crecimiento en los últimos años y en los que están presentes numerosas empresas españolas.
El año pasado, Argentina ocupó el puesto número 39 del ránking de países destinatarios de inversión española y tras ser un importante destino de inversión en la década de los noventa -debido principalmente a las privatizaciones de los servicios públicos-, en los últimos años ha perdido atractivo.
Sin embargo, según la inversión acumulada, España es el primer inversor en el país.
Las inversiones suelen rondar los 20 millones de euros anuales. Argentina es un mercado de 40 millones de habitantes, el tercer país más poblado de América Latina, con una renta per cápita de 8.300 dólares (6.300 euros).
Después de seis años de fuerte crecimiento de la economía a tasas medias del 8 %, el poder adquisitivo de muchos argentinos había mejorado desde 2003.
Sin embargo, desde 2007 el progreso en el reparto se ha estancado y según la mayoría de los analistas -asegura el Informe País- lo hace al mismo nivel que tenía en 2001.
Como dato significativo, en 2003 el 10 % más rico de la población tenía ingresos casi sesenta veces superiores a los del 10 % más pobre.EFE