Bruselas, 13 may (EFE).- El Eurogrupo analizará mañana la reforma financiera aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy para limpiar los balances de la banca y disipar las dudas sobre el valor real de los activos inmobiliarios, y las medidas que prevé tomar Madrid para cumplir los objetivos de déficit y controlar el gasto autonómico.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afronta un Eurogrupo complicado, dado que España se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la zona del euro por la difícil situación económica que atraviesa, las dudas sobre su capacidad de cumplir los objetivos de déficit por el gasto excesivo de las comunidades autónomas y la delicada situación de la banca.
"Sería insensato cerrar nuestros ojos ante los problemas que está afrontando España y, cómo hemos visto en las últimas semanas y en los últimos meses en la prima de riesgo, hay preocupación en los mercados", señalaron fuentes europeas.
Los países de la zona euro tienen una batería de preguntas para De Guindos, a quien pedirán que les informe sobre la reforma financiera y la toma de control de Bankia, a través de la nacionalización de su matriz BFA, sobre las medidas de consolidación fiscal y reformas estructurales actuales y futuras previstas, y sobre sus planes para controlar el gasto de las comunidades autónomas.
De Guindos acude a la reunión con la segunda reforma financiera en tres meses como respuesta para sanear el "ladrillo" mediante provisiones millonarias, sociedades específicas para gestionar los activos adjudicados por impago y una auditoría independiente de la cartera crediticia que tiene como fin aumentar la transparencia de los balances de la banca, tal y como le ha pedido el Eurogrupo.
La zona del euro también instará a España a elaborar unas previsiones de la corrección de los precios de la vivienda durante los próximos dos años, según las fuentes.
Pero la reunión de los ministros de Finanzas y de Economía de la zona euro se celebra también después de que la Comisión Europea augurara el viernes que España no logrará rebajar su déficit del 8,51 % del PIB al 5,3 % para este año y al 3 % el siguiente y predijera que el país se mantendrá en recesión hasta 2013.
Las malas cifras de España se deben fundamentalmente a que las comunidades autónomas aún no han especificado todas las medidas de consolidación presupuestaria que acometerán y a que la Seguridad Social volverá probablemente a registrar déficit este año.
El próximo día 30 la Comisión Europea revelará si el país necesita acometer recortes adicionales.
Bruselas considera que en España la clave para reforzar la confianza es abordar de manera inmediata los retos fiscales y financieros y eso requiere una acción decidida para recapitalizar las cajas de ahorro y aplicar de manera enérgica la Ley de Estabilidad Presupuestaria para reducir y minimizar el riesgo de desvíos de los gobiernos regionales.
El Eurogrupo no se ha planteado de momento dar un año más a España para llegar al 3 % del PIB en 2013, más que nada porque el Gobierno no lo ha pedido, y si bien abordará la cuestión del ritmo de los ajustes y la sostenibilidad de esta política, se espera que los países del euro confirmen con un amplio consenso la estrategia.
Los ministros también evaluarán las consecuencias que podría tener un fracaso definitivo de la formación de gobierno en Grecia en la ejecución del programa de ajustes y reformas acordadas en el marco del segundo rescate y para su permanencia en el euro.
Se espera además que el Eurogrupo abra oficialmente el proceso de presentación de candidaturas para dirigir el fondo de rescate permanente y, según fuentes europeas, todo apunta a que el Gobierno español presente a Belén Romana García como aspirante al puesto de máxima responsabilidad del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
En principio no se espera una decisión el lunes, como tampoco se esperan avances en otros nombramientos claves, como el de la Presidencia del Eurogrupo o el puesto que dejará vacante el español José Manuel González-Páramo en el Comité Ejecutivo del BCE.
España sigue aspirando a mantener el puesto en el BCE, pese a que todo parece indicar que lo perderá, según fuentes diplomáticas.
A cambio podría recibir la dirección del MEDE. EFE