Miami (EE.UU.), 18 jul (EFE).- Representantes del Gobierno de Ecuador se reúnen estos días en Miami con empresas, filántropos y otros potenciales donantes que le ayuden a lograr su compromiso de mantener intacto el Parque Nacional Yasuní, en cuyo subsuelo yace una enorme reserva petrolífera.
"Es el único lugar del planeta que nunca se ha visto afectado por el cambio climático, ni siquiera en la última glaciación, hace 12.000 años, porque está en una zona especial: justo en la intersección de la cordillera andina y la línea ecuatorial", explicó hoy a Efe la coordinadora del proyecto Yasuní-ITT, Yvonne Baki.
Esta iniciativa tiene como objetivo conservar intacta una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta, que se encuentra en el corazón del Amazonas y alberga los dos pueblos en aislamiento voluntario del Ecuador, los Tagaeri y los Taromenane.
Bajo esta zona se ocultan unos 846 millones de barriles de petróleo en el campo ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini), equivalentes al 20 % de las reservas del país.
Para ello, Ecuador busca recaudar entre la comunidad internacional al menos 3.600 millones de dólares, equivalentes al 50 % de los recursos que calcula que percibiría en caso de optar por la explotación petrolera de esta región, algo que dañaría notablemente ese ecosistema.
"En Miami me estoy reuniendo con diferentes posibles interesados, entre ellos empresas y filántropos", explicó Baki, que no quiso desvelar los nombres, aunque sí apuntó que sus esfuerzos de promoción de esta iniciativa se están enfocando ahora a la sociedad civil, después de haber hecho lo propio entre los Gobiernos.
Esta iniciativa se canaliza a través de un fideicomiso administrado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con la participación del Estado, la sociedad civil ecuatoriana y representantes de los contribuyentes.
De lograrse, esta iniciativa evitaría la emisión de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono. Según las autoridades ecuatorianas, esta reducción es mayor que las emisiones anuales de países como Brasil o Francia.
"La iniciativa está teniendo muy buen recibimiento entre la gente joven, que ve que éste es un proyecto muy práctico. Es de los únicos en el mundo con objetivos tan concretos", explicó la que fuera también embajadora de Ecuador en EE.UU. y embajadora de Buena Voluntad de la Unesco.
Baki, que también participará mañana en la apertura de una nueva oficina comercial de Ecuador en Miami, explicó que este proyecto tiene un horizonte temporal de doce años y que todos los fondos que llegan van para energías renovables y la conservación y reforestación del Yasuní y de las 44 zonas protegidas de Ecuador (casi el 20 % del territorio ecuatoriano).
También se destinan a proyectos sociales de los habitantes de la Amazonía y a labores de investigación y desarrollo.
"Ya tenemos unos 200 millones y cada vez se nos acercan más empresas que quieren apostar por el desarrollo sostenible", explicó la coordinadora del proyecto Yasuní-ITT, inmersa en la labor de dar a conocer de forma internacional esta iniciativa.
Baki detalló que entre los donantes hay muchos países europeos, entre ellos Italia (35 millones de euros) y España, así como Alemania, que aportó al Parque Nacional Yasuní 34,5 millones de euros, y unas diez regiones de Francia, entre otros muchos.
Admitió que la crisis económica en Europa ha tenido un impacto en la iniciativa, porque algunos Gobiernos que tenían previsto hacer donaciones lo han postergado.
Ese es el caso de España, que fue uno de los primeros países en apoyar Yasuní ITT con una aportación de un millón de euros y el compromiso de aportar cinco millones más.
A ellos se han sumado también Finlandia, Australia, Turquía, una ONG de Rusia y una empresa de Japón y, en Latinoamérica, Chile, Colombia y Perú, mientras que está prevista la entrada de varios países árabes, según detalló.
"En total hay aportes de unos sesenta países", celebró Baki, quien apuntó que las mayores aportaciones por parte de la sociedad civil les han llegado de Estados Unidos y el Reino Unido. EFE