La Paz, 11 ago (EFE).- El presidente boliviano, Evo Morales, informó hoy que 22 de las 69 comunidades indígenas que viven en el parque nacional Tipnis ya aceptaron la construcción de una carretera que partirá en dos esa reserva ecológica, mientras continúan las acciones de resistencia de otros nativos que rechazan el proyecto.
Morales explicó que en casi dos semanas de trabajo en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), las brigadas gubernamentales consultaron ya a 23 comunidades si están de acuerdo o no con el proyecto vial que atravesará la reserva para unir la región central de Cochabamba con la amazónica de Beni.
"De las 23 comunidades consultadas, 22 dicen sí a la carretera y una la rechaza. Siento que es la conciencia del movimiento indígena dentro del Tipnis", resaltó el gobernante en un acto en Cochabamba.
Agregó que si los indígenas autorizan el proyecto, se tendrá que diseñar "un camino ecológico" para el tramo que atraviese el Tipnis, que, a su juicio, debería ser "subterráneo" para resguardar el bosque, pero también para atraer turistas.
Entretanto, los indígenas que rechazan la carretera y la consulta mantienen bloqueado el río Isiboro, donde tendieron alambradas de púas para impedir el paso de las embarcaciones con las brigadas gubernamentales, dijo a Efe por teléfono desde el Tipnis el corregidor de la comunidad Nueva Galilea, Benigno Noza.
Sostuvo que las comunidades que, según el Gobierno, han aceptado la carretera son en realidad sindicatos de campesinos y productores de hoja de coca, base para producir cocaína, asentados en el llamado Polígono Siete, una zona colonizada aledaña al Tipnis.
Morales y los nativos que rechazan la vía están enfrentados desde el año pasado por ese proyecto, que inicialmente financiaba Brasil.
Los amazónicos marcharon dos veces en menos de un año contra la carretera y ahora rechazan la consulta que promueve el Gobierno porque consideran que debió hacerse antes de contratar el crédito para financiarla y creen que los resultados serán manipulados.
El gobernante defiende que la ruta es vital para la vinculación del país y, además, garantizará agua potable, salud y educación a ese parque natural de 1,2 millones de hectáreas, en el que viven 14.000 indígenas yuracarés, trinitarios-moxeños y chimanes.
Noza ratificó hoy el "rechazo total" de los nativos al proyecto porque, según dijo, "solo beneficiará a algunas personas".
"¿De qué beneficios nos habla este Gobierno? La carretera solo beneficiará a los cocaleros, a los narcotraficantes y a empresas de otros países", señaló Noza y agregó que se mantendrán "firmes" en la resistencia. EFE