Lisboa, 3 oct (EFE).- El Gobierno portugués confirmó hoy que de no adoptar medidas adicionales, el país cerraría 2012 con un déficit del 6,2 por ciento, 1,2 puntos por encima de lo acordado con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Así lo dijo en una comisión parlamentaria el secretario de Estado de Presupuesto, Luís Morais Sarmento, quien pese a todo se mostró confiado en que el país logrará sus objetivos gracias a los nuevos ajustes, entre ellos la concesión a una empresa privada de la gestora de aeropuertos ANA.
La desviación de Portugal no es superior gracias a la negociación mantenida en septiembre con la "troika", que aceptó suavizar sus exigencias para bajar el déficit hasta el 5 por ciento y no hasta el 4,5 por ciento inicialmente previsto.
Este desvío, de 1,2 puntos, equivale a cerca de mil millones de euros y será parcialmente compensado por la concesión a una empresa privada de ANA.
Analistas lusos destacaron hoy que esta operación, previa a la venta definitiva de la gestora aeroportuaria lusa, permite a nivel contable aprovechar los ingresos para reducir el déficit público, algo que no se podría hacer en caso de que fuera privatizada directamente, según las reglas europeas.
Morais Armiento aseguró que esta operación "de privatización precedida de una concesión" ya ha sido aceptada por la 'troika', pero precisó que todavía resta conocer la opinión del órgano estadístico europeo, el Eurostat.
Además, también contribuirán a bajar el déficit la reprogramación de fondos públicos y el aumento de algunos impuestos dirigidos al patrimonio y el capital, como un tributo adicional a quienes poseen inmuebles valorados en más de un millón de euros o una subida de las tasas a pagar por recibir dividendos e intereses.
Portugal afronta dificultades para rebajar su déficit hasta los niveles comprometidos pese al severo corte del gasto público debido sobre todo a la pronunciada caída de los ingresos fiscales, derivada del desplome sufrido por el consumo.
El país atraviesa la peor crisis económica de su historia moderna y se encuentra intervenido desde mayo de 2011 por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que acordaron prestarle 78.000 millones de euros a cambio de un duro programa de ajustes aplicado a rajatabla por el Ejecutivo conservador luso.
Los cálculos que manejaban tanto las entidades internacionales como el Gobierno portugués no preveían una contracción del consumo tan fuerte como la ocurrida este año, lo que ha reabierto el debate sobre dónde está el límite a las medidas de austeridad para que éstas no ahoguen las posibilidades de crecimiento del país.
Portugal estima para 2012 una caída de su PIB superior al 3 por ciento y que el desempleo ronde el 15,5 por ciento, la tasa más alta registrada en el país. EFE