Moscú, 14 feb (EFE).- La deuda, las medidas para estimular el crecimiento y la inversión, y la llamada "guerra de divisas" centrarán el viernes y el sábado en la capital rusa la reunión de ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del G20.
"No debe haber competencia en el terreno de la cotización de las divisas para la creación de unas condiciones más beneficiosas para sus economías", afirmó hoy Antón Siluánov, ministro de Finanzas de Rusia, en rueda de prensa.
La "guerra de divisas" tiene un protagonista principal, Japón, que se ha granjeado un aluvión de críticas internacionales por su política monetaria expansiva para impulsar sus exportaciones y contrarrestar la deflación, que ha provocado la devaluación del yen.
"Los colegas de Japón manifestarán su opinión. Nosotros les escucharemos y valoraremos la situación. No dudo que en el comunicado final los ministros abogarán por que siga siendo el mercado quien determine la cotizaciones de la moneda", dijo.
Siluánov subrayó que son las economías las que deben competir, no las divisas, y resaltó que el G20 se manifestará en contra de la "injerencia administrativa".
Pese a que desde noviembre pasado el yen se ha depreciado un 25 y un 17 por ciento en relación con el euro y el dólar, respectivamente, el ministro de Finanzas nipón, Taro Aso, refutó las críticas de sus socios comerciales.
Esta misma semana los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los países del G7 (EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá, Italia y Japón) emitieron una declaración conjunta en la que expresaron su deseo de cooperar para evitar una depreciación artificial de las divisas.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, expresó su confianza en que el G20 asuma la declaración del G7 de que deben ser las fuerzas del mercado las que determinen los tipos de cambio de las divisas.
En 2010, EEUU también fue criticado por desencadenar una fuerte depreciación del dólar con su política monetaria para afrontar el estancamiento económico y que llevó a otros países a prevenir la apreciación de sus divisas.
Otro de los asuntos que coparán los debates es la modernización de los sistemas nacionales de crédito y la gestión de la deuda soberana, algo en lo que existe un amplio consenso entre todos los miembros del grupo.
"El objetivo es hacer que la economía, por lo menos en los países del G20, sea más previsible. Y para ello hay que solucionar los problemas de la deuda", dijo Serguéi Ivanov, el jefe del gabinete de la Presidencia de Rusia.
Al respecto, el viceministro de Finanzas, Serguéi Storchak, explicó que la presidencia rusa del G20 se propone establecer unos nuevos criterios para la reducción del déficit presupuestario y de la deuda estatal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunirá mañana en el Kremlin con los ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del G20 con los que abordará la situación de la economía mundial y las medidas para estimular el crecimiento y recuperar la confianza en los mercados financieros.
Putin aseguró que el objetivo de la presidencia rusa del G20 es impulsar las medidas necesarias para estimular el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo, para lo que será necesario fomentar la inversión, la confianza y la transparencia en los mercados, y la regulación efectiva.
Entre los temas tradicionales también se abordará un acuerdo marco para un crecimiento económico seguro y equilibrado, la reforma del sistema de divisas y de los sistemas de supervisión financiera, la estabilidad de los mercados energéticos y la lucha contra la corrupción.
El G20, cuya cumbre se celebrará el 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo, es el foro de concertación económica más importante del mundo y representa cerca del 90 % del PIB, el 80 % del comercio y dos terceras partes de la población del planeta.
En el marco de la cumbre, la OCDE presentará su informe anual sobre la economía mundial que incluirá recomendaciones para diferentes países con el fin de impulsar el crecimiento.EFE