Marta Salguero
Zaragoza, 29 jun (EFE).- Muchas empresas de la India quieren alcanzar acuerdos estratégicos con socios españoles para conquistar nuevos mercados en América Latina, por lo que el país asiático se presenta como una gran oportunidad de negocio para aquellos que estén pensando salir al exterior.
Así lo ha afirmado el embajador de España en la India, Gustavo de Arístegui, con motivo de su participación en el "Seminario sobre oportunidades de negocio para las pymes españolas en India", organizado la pasada semana por la Fundación Consejo España India (FCE), al que asistieron un centenar de empresarios, en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza.
Con una economía que el pasado año creció al 5 por ciento, De Arístegui ha indicado que la India no es un "país emergente" sino un "país emergido" que, con una población que alcanza los 1.200 millones de habitantes, requiere atender numerosas necesidades en muchos sectores en los que España es "puntera".
Por ejemplo, el desarrollo del plan de infraestructuras planteado por el Gobierno indio, al que va a destinar 200.000 millones de dólares anuales durante los próximos cinco años, necesita empresas sólidas para llevar a cabo las obras previstas por toda la geografía del país, uno de los más extensos del mundo.
También requieren empresas dedicadas a la potabilización del agua, al tratamiento de residuos urbanos para la generación de energía, a la implantación de energías renovables, al turismo o la agroindustria, entre otros, ha señalado.
"Hay complementariedades entre España y el mercado de la India, en concreto en los sectores en los que España brilla especialmente. Es esa tecnología la que India más necesita en estos momentos", ha resaltado.
Además, ante el crecimiento económico que ha experimentado el país en los últimos años, hay empresas cada vez más internacionales en India que quieren buscar nuevos mercados en un mundo globalizado.
Especialmente, para ampliar su negocio en América Latina, para lo que tienen un "enorme deseo" de asociarse con empresas españolas, a través de acuerdos estratégicos, ha puntualizado De Arístegui.
"Creo francamente que el conocimiento que las empresas españolas tienen del mercado latinoamericano, y la necesidad que tienen las empresas indias de nuevos mercados es una situación muy ventajosa para ambas partes", ha destacado.
Actualmente, hay cerca de 240 empresas españolas con sede permanente en la India, un requisito imprescindible para desarrollar un negocio en el país asiático, según De Arístegui, quien ha recomendado a las pymes que no puedan permitirse una oficina permanente que, al menos, viajen con asiduidad.
"Para que sea consolidada una empresa seria tiene que instalarse en el país, porque no se puede hacer negocio por teleconferencia, sino que hay que estar allí, hay que conocer el mercado y desarrollar relaciones personales", ha remarcado.
Este es el caso de la empresa familiar Miju, dedicada a la fabricación de piezas de caucho para la automoción y la industria, que en 2004 adoptó la "acertada" decisión de trasladar parte de la producción a otro país para reducir costes, ha afirmado su director comercial Roberto Maurel.
Después de analizar distintos mercados, llegaron a la conclusión de que la India era el país que estaban buscando dado su gran potencial y, nueve años después, unas 35 personas continúan trabajando en la sede principal de esta empresa aragonesa, en Zaragoza, mientras que un centenar lo hace en la planta construida en el país asiático.
Sin embargo, instalarse en un país totalmente diferente al de España no fue fácil, ha apuntado, ya que tuvieron que hacer frente a una serie de dificultades, desde el idioma hasta la burocracia, por lo que aconseja a las empresas que deseen salir a la India que busquen asesoramiento.
Otro consejo "importante" y "universal" que la empresa Ingemetal aplica en el desarrollo de su negocio en la India a donde llegó en 2012 es "ponerse en los zapatos del otro", es decir buscar propuestas "win win", en el que los dos socios ganen, "en la India, en Estados Unidos o en Botorrita", ha apuntado su consejero delegado, Rafael Ibáñez.
Esta pyme española, con más de 30 años de historia, dedicada a la estructura metálica, apostó por diversificar su estrategia hacia la energía termosolar, una actividad que, después de años de desarrollarla en España, decidieron exportar a la India, convencidos de que aquí "no habrá nuevas plantas en muchas generaciones". EFE
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