Uno de los mensajes clave que deja el 2019 es que “hemos constatado que la temida recesión de beneficios no se ha producido” y, por lo tanto, “esperamos un 2020 también positivo en cuanto a las bolsas”. Según Íñigo Colomo, director de Inversiones de March Asset Management, “no tiene por qué ser necesariamente un ejercicio de doble dígito, pero estando los beneficios de las empresas mantenidos, creemos que también será un año de buenos retornos”.
Este diagnóstico es compartido por Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING (AS:INGA): “La bolsa seguirá siendo el activo con mejor binomio rentabilidad-liquidez a largo plazo, pero quizá pagará menos en el futuro, por debajo del histórico 6% medio”. Aunque los retornos esperados sean más humildes, no hay que dejar pasar el tren de la renta variable, y para eso se necesita una mayor educación financiera entre los clientes.