En los últimos meses ha surgido un nuevo tipo de ataque con ransomware, que ha dado lugar a señales de alarma entre la comunidad de seguridad cibernética y autoridades como el FBI en los Estados Unidos. La empresa de seguridad cibernética, Group-IB, ha advertido que viene en forma de un troyano, según un informe publicado el 17 de mayo.
Según el estudio del Grupo IIB, el ransomware se conoce como ProLock y se basa en el troyano bancario Qakbot para lanzar el ataque y pide a los objetivos un rescate de seis cifras en dólares pagado en BTC para descifrar los archivos.
La lista de víctimas incluye gobiernos locales, organizaciones financieras, sanitarias y minoristas. Entre ellas, el ataque que el Grupo IIB considera el más notable fue contra el proveedor de cajeros automáticos Diebold Nixdorf.