San Juan, 6 feb (EFE).- Políticos y legisladores de Puerto Rico se afanan hoy en encontrar vías poco traumáticas para ganar liquidez con urgencia, mientras analistas extranjeros especulan sobre las alternativas de la isla a corto y largo plazo.
Una de las vías de la que más se habla este jueves en la isla es cómo optimizar la recaudación del impuesto sobre ventas y uso (IVU), ya que se calcula que, sin necesidad de subirlo, si se gestionara mejor su recolección se podrían ingresar mil millones de dólares más.
Esa cantidad supera incluso los 900 millones que el Gobierno calcula que tendrá que pagar de forma acelerada a causa de la degradación el pasado martes de la deuda de Puerto Rico al nivel de "chatarra" por parte de Standard & Poor's (S&P).
"Nuestro pueblo no sólo paga el IVU sino los 54 nuevos impuestos y arbitrios que el Gobierno decretó en menos de un año, y Hacienda es incapaz de capturar lo que se paga", lamentó hoy la representante opositora Lourdes Ramos, quien recordó que "la degradación a chatarra viene por la falta de liquidez en el Gobierno".
Mientras, la Administración negocia con sus acreedores para tratar de aplazar los pagos más inmediatos y reclama al Tribunal Supremo de la isla que desbloquee de una vez la reforma del deficitario sistema público de pensiones de los maestros, con la que podría recortar en 700 millones sus gastos anuales.
Además, ha dado orden de recortar un 2 % el gasto de las agencias públicas y pretende presentar para el próximo ejercicio fiscal, que comienza en julio, un presupuesto sin déficit, frente al de este año, que tras un recorte del 20 %, quedará en 650 millones.
Igualmente, en las populares tertulias radiofónicas de la isla raro era hoy el programa que no debatía sobre las vías del Gobierno para obtener liquidez a corto plazo y pedía ideas a los oyentes, que en su mayoría atacaba los salarios de los cargos públicos.
Puerto Rico ya vivió una bajada de calificación que en 2006 dejó al Gobierno sin dinero para pagar a sus empleados y tuvo que cerrar durante quince días, escuelas incluidas. Desde entonces la economía de la isla está en recesión.
Fuera de la isla, y particularmente en el ámbito financiero estadounidense, los analistas también prestaban hoy gran atención a la situación de Puerto Rico y advertían del sangrante éxodo de la población activa más preparada y de la carga que supone que el 41 % de la población viva en la pobreza.
"Después de poner pegas a lo que percibían como tasas usureras, los funcionarios parecen haberse resignado ya a pagar lo que sea para conseguir financiación", aseguraba en una nota a clientes Triet Nguyen, de Axios Advisors, especializada en fondos de deuda municipal, respecto a la posibilidad que baraja el Gobierno de volver al mercado para pedir 2.000 millones de dólares a un interés cercano al 10 %.
Hans Humes, presidente y consejero delegado de la firma de inversión Greylock Capital, comparaba a Puerto Rico con Argentina y Grecia y aseguraba que lo más probable es que tenga que reestructurar su deuda.
Joseph Sitt, fundador de Thor Equities, advertía que la isla adolece de falta de liderazgo político desde hace años, encarecimiento generalizado y estampida de compañías por falta de incentivos fiscales.
En su opinión, Washington no puede acudir en ayuda de Puerto Rico porque ello enviaría un mensaje contraproducente a otras ciudades y estados del país.
De hecho, EEUU insistió el miércoles en que "no contempla asistencia financiera federal" adicional y un portavoz del Tesoro advirtió a Efe de que "los desafíos de Puerto Rico no se resolverán de manera inmediata".
En cualquier caso, Washington ya inyecta una gran cantidad de recursos cada año a Puerto Rico a través de programas federales e incluso de beneficios fiscales para compañías que la Hacienda federal termina asumiendo.
Sin rescate de EEUU, el temor a que Puerto Rico simplemente decida dejar de pagar sus deudas se extiende por los mercados, escarmentados con lo ocurrido en Detroit, que protagonizó la mayor bancarrota municipal de la historia.
"Realmente desconocemos la totalidad de las implicaciones de esta degradación", aseguraba hoy en el Washington Post Matt Fabian, director de gestión de Municipal Market Advisors, en referencia al complejo mercado de la deuda municipal, donde desde septiembre la deuda puertorriqueña ya se negociaban con intereses de bono "basura". EFE