Por Tommy Wilkes
LONDRES, 25 mar (Reuters) - El fondo de cobertura de deuda en dificultades Gramercy, que hizo una fortuna con los bonos rusos tras la crisis de 1998 y que se ha enfrentado a Argentina y Venezuela por la deuda impagada, dice que apostar por Rusia ahora es un riesgo demasiado grande, incluso con bonos que cotizan a una décima parte de su valor nominal.
Robert Koenigsberger, cuya primera operación como fundador de Gramercy en 1998 fue la adquisición de bonos rusos deteriorados, dijo que Moscú había mostrado una sorprendente voluntad de pagar la deuda externa pese a las sanciones impuestas por sus acciones en Ucrania.
Sin embargo, la capacidad de pago de Rusia se está agotando a medida que los sistemas para liquidar y compensar las operaciones y transferir los títulos de propiedad de los bonos se descomponen, dijo Koenigsberger a Reuters.
"Si voy a llamar a mis clientes y les digo que el país A está en mora y que cotiza a 25 centavos y yo creo que vale 50, genial. Le echaré un vistazo".
"Intenta contar la misma historia sobre Rusia. Nueve de cada diez dirían que no y el décimo diría 'diablos, no'", dijo en una entrevista el director de inversiones del fondo de 5.500 millones de dólares.
Rusia califica su invasión del 24 de febrero como una "operación militar especial" para desarmar a Ucrania, mientras que Kiev y Occidente dicen que es una guerra de agresión no provocada.
Los precios de algunos bonos rusos que habían languidecido en torno a los 10 centavos de dólar se cuadruplicaron en los últimos días después que el país pagara los cupones y evitara un impago. Por ejemplo, el bono ruso 2043 alcanzó brevemente los 45 céntimos, frente a los 12 céntimos del 8 de marzo.
Esos pagos fueron posibles gracias a una licencia temporal de EEUU que autoriza a las personas de ese país a recibir pagos por valores de ciertas entidades gubernamentales rusas sancionadas.
Esa exención se agota el 25 de mayo, dejando en el tintero casi 2.000 millones de dólares en pagos de bonos soberanos que vencen hasta finales de 2022.
Aunque ese plazo podría ser flexible, Koenigsberger estima que a Rusia le resultará cada vez más difícil cumplir con los pagos. Las sanciones también han inmovilizado gran parte de las reservas de Rusia.
"¿Qué porcentaje de su capacidad de servicio de la deuda está inmovilizado en manos de otras personas? No recuerdo ningún momento en la historia en el que se haya negociado una reparación en la que la parte que quiere cobrar tenga el dinero en efectivo", dijo.
Gramercy es uno de los más conocidos entre una raza de inversores que se especializan en la compra de bonos deteriorados y apuestan a que los precios se recuperarán o que pueden llevar a los Gobiernos a los tribunales y ganar largas disputas por su recuperación.
Koenigsberger no descarta comprar alguna vez bonos rusos, señalando que Rusia se vio obligada en 1996 a liquidar la deuda anterior a la Revolución de principios del siglo XX antes de poder emitir su primer bono internacional de la era postsoviética.
"Rusia podría desaparecer durante un largo periodo de tiempo, pero nunca diría que el activo no tiene valor. El crédito no puede desaparecer. Pero ahora mismo se estaría comprando una opción de compra perpetua, no necesariamente un bono", dijo Koenigsberger.
Rusia será expulsada de los principales índices de bonos y acciones a partir del 31 de marzo, lo que significa que los inversores podrán rebajar el valor de sus tenencias a cero o intentar venderlas a cualquiera que las compre.
"Se van a ver precios más bajos (en los bonos rusos)", dijo, prediciendo más ventas forzadas.
COMPRA DE DEUDA UCRANIANA
Gramercy, en cambio, ha estado comprando bonos ucranianos en dólares, pagando precios que rondan los 20 centavos de dólar.
Koenigsberger dijo que buscaría una salida en los 30 o 40 centavos de dólar antes de una reestructuración formal de la deuda que, según él, supondría una reducción del 50% de los bonos, en línea con los acuerdos anteriores de acreedores occidentales en Europa del Este.
"Ucrania contará con el apoyo masivo de Occidente durante y después de esta situación. Dicho esto, es de esperar que haya una contrapartida a ese apoyo", añadió Koenigsberger.
El bono ucraniano de 2040 cotizaba el viernes en torno a los 24 centavos de dólar, desde mínimos de 13 centavos a principios de mes.
(Reporte adicional de Rodrigo Campos en Nueva York; edición de Sujata Rao y Catherine Evans; traducción de Flora Gómez)