Por Paul Carrel
GARMISCH-PARTENKIRCHEN, Alemania (Reuters) - Miles de manifestantes marcharon el sábado en la turística ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen en rechazo a la reunión de los líderes del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G-7) que empieza el domingo en un lujoso complejo hotelero cercano a esta localidad.
Portando pancartas que leían "Luchad contra el G-7 por la revolución" y "G-7 vete al infierno! Me gusta Putin", los manifestantes se congregaron cerca a la estación ferroviaria de la pintoresca ciudad ubicada a los pies de la montaña Zugspitze, las más alta de Alemania.
La policía estimó que marcharon unas 2.000 personas mientras que los organizadores calcularon hasta el doble de esa cantidad. Los manifestantes abuchearon a la policía, que les superaba masivamente en número, pero no hubo violencia.
"Estoy protestando porque las grandes corporaciones financieras tienen mucha influencia en la política", dijo Thomas Schmidbauer, de 50 años y oriundo de Sindlsdorf en Baviera, vestido con los pantalones cortos tradicionales de los bávaros.
"No se está abordando la pobreza. Es injusto. Podríamos organizar nuestras economías mucho mejor para la gente", agregó.
Unos 17.000 policías alemanes se desplegaron cerca del lugar donde se celebrará la cumbre en los alpes bávaros y otros 2.000 policías austriacos se ubicaron cerca de la frontera entre ambos países.
La canciller alemana, Angela Merkel, recibirá a los líderes de Gran Bretaña, Canadá, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea el domingo para una reunión que se centraría en temas como el cambio climático, la lucha contra las pandemias, la tensión en Oriente Medio y el resurgimiento de la violencia en Ucrania.
En el encuentro también discutirían sobre la recuperación económica global y los responsables dijeron que el estancamiento por la crisis de deuda griega entre Atenas y sus acreedores del FMI y la zona euro, que está pesando en los mercados financieros, figuraría en el marco del evento.
Se trata de la segunda cumbre de naciones industrializadas que excluye a Rusia, que fue descartada del G-8 tras la anexión de la región ucraniana de Crimea el año pasado.
Rainer Lipfert, de 71 años, que llevaba una camiseta roja que decía "simpatizante de Putin", dijo que la exclusión del presidente ruso, Vladimir Putin, sólo escalaría el conflicto.
"Estamos viendo el inicio de una Guerra Fría ahora con ambas partes agitando sus sables", dijo.
Merkel conversó con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, antes de la cumbre del G-7 y llamaron a todas las partes a respetar un alto el fuego en el este de Ucrania tras el reciente estallido de violencia del que, según observadores europeos, serían responsables los separatistas respaldados por Rusia, dijo una portavoz del gobierno. 2015-06-06T154150Z_1007110001_LYNXMPEB5509R_RTROPTP_1_OESTP-G7-CUMBRE-PROTESTAS.JPG