Por Raquel Castillo
MADRID (Reuters) - La plataforma independentista Junts pel Sí ganaría las elecciones catalanas del 27 de septiembre, aunque tendría que sumar sus escaños a los de la formación también secesionista CUP para obtener la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, según un sondeo oficial presentado el jueves.
Junts pel Sí, la apuesta del presidente de la Generalitat Artur Mas para concurrir a estas elecciones convocadas a modo de plebiscito por la secesión, obtendría un 38,1 por ciento de los votos, entre 60 y 61 escaños, en el Parlamento de 135 diputados.
Si sumara sus apoyos a los de la CUP, que con el 5,9 por ciento de los votos lograría 8 escaños, tendrían una ajustada mayoría absoluta, de acuerdo a la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Mas ha fijado la mayoría absoluta de 68 diputados como el límite para reconocer una victoria de los independentistas, con la que pretenden iniciar una hoja de ruta que dé lugar a una Cataluña independiente en un máximo de 18 meses. Sin embargo, la opción secesionista no contaría con mayoría de los votos y se quedaría en un 44 por ciento.
El empresariado catalán y español ha expresado su rechazo a este proceso independentista y ha advertido de las graves consecuencias económicas de una hipotética salida de Cataluña de la Unión Europea si se consuma la secesión.
La formación Ciutadans, que tenía la llave para la formación de varios gobiernos regionales en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo, se convertiría en la segunda fuerza más votada, con el 14,8 por ciento de los votos y duplicaría su representación hasta entre 19 y 20 escaños.
Le seguirían Catalunya Sí que es Pot, coalición de izquierdas formada por Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Podemos y Equo, con un 13,9 por ciento de los apoyos y entre 18 y 19 escaños.
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) pasaría de ser la segunda fuerza más votada en los últimos comicios autonómicos a ser la cuarta, con un 12,2 por ciento de los votos y entre 16 y 17 diputados, seguido del Partido Popular, con un 9,4 por ciento de apoyos y 12-13 escaños.
Unió, que hasta hace pocos meses fue socio de gobierno de CiU durante casi cuatro décadas y se presenta por primera vez a las elecciones en solitario, obtendría un 1,5 por ciento de los votos, que le dejarían sin representación parlamentaria. Por otro lado, un 28,7 por ciento de los ciudadanos, respondió que aún no tiene decidido su voto.
La encuesta se llevó a cabo entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre mediante 2.999 entrevistas y tiene un margen de error de 1,8 por ciento.
DIÁLOGO "AMIGABLE" VS RECHAZO FRONTAL
Mas ha declarado que en caso de obtener la victoria no habría una declaración unilateral de independencia, pero que comenzaría un diálogo "amigable" con el Estado español, la Unión Europea y la comunidad internacional, un ofrecimiento que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha rechazado frontalmente.
El partido Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) de Mas decidió concurrir a las elecciones en una lista unitaria con los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya, liderados por Oriol Junqueras, y otras entidades soberanistas. Junqueras es el líder mejor valorado en el sondeo y el único que aprueba, con 5,3 puntos sobre 10, mientras que Mas se situó en el tercer puesto con 4,6 puntos.
La campaña electoral para el 27-S comenzará esta medianoche coincidiendo con el día nacional de Cataluña, que en los últimos años ha sacado a las calles de la región a decenas de miles de personas deseosas de tener un estado propio.
La encuesta mostró que un 42,1 por ciento dijo sentirse tan español como catalán, frente a un 25,1 por ciento que declaró sentirse más catalán que español y un 21,6 por ciento sintiéndose únicamente catalán. El principal problema que sufre Cataluña según un 31,9% de los encuestados es el paro, y el segundo, muy de lejos para un 10,4%, es la independencia o el autogobierno.
Las ambiciones soberanistas de Mas, que han sido su motor político en los últimos años, se enfrentan a la fuerte oposición del Partido Popular en el Gobierno, que ha presentado una propuesta para dar al Tribunal Constitucional la capacidad de sancionar a los gobernantes que incumplan sus sentencias, una iniciativa que parece pensada para una eventual declaración de independencia de Cataluña.