MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, negó que su Ejecutivo hubiera intervenido para imputar al jefe en funciones de la Generalitat, Artur Mas, por promover una consulta ciudadana sobre la independencia de Cataluña hace un año.
Rajoy, que se ha opuesto a cualquier referéndum en la región al considerarlo contrario a la Constitución, dijo que era "falso" y "profundamente injusto" atribuir la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a su Ejecutivo.
"Aquí hay separación de poderes, el Gobierno no tiene nada que ver con las decisiones que toma el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y lo único que hacemos es acatarlas y respetarlas y eso creo que deberíamos hacer todos", dijo el presidente del Gobierno en los pasillos del Congreso.
Rajoy no quiso referirse a las declaraciones de su ministro de Justicia, Rafael Catalá, que la víspera dijo que la decisión judicial se había retrasado para no interferir en la campaña de las elecciones catalanas, que fueron convocadas por el propio Mas a modo de plebiscito sobre la independencia.
Sobre su imputación, el presidente catalán en funciones se defendió, alegando que lo único que hizo al convocar el 9 de noviembre pasado una consulta participativa fue escuchar el clamor popular que pedía opinar sobre la relación con España.
"Legalmente no desobedecí, políticamente hubo una revuelta democrática contra el Estado español", dijo el miércoles Mas en una entrevista en Catalunya Radio.
Mas, que aspira a ser de nuevo presidente de la Generalitat tras la victoria de la plataforma soberanista Junts pel Sí en los comicios del domingo, declarará el 15 de octubre por desobediencia, obstrucción a la justicia y malversación de fondos públicos.
Si es hallado culpable, sería inhabilitado para ejercer cargo público por unas acusaciones que él considera políticamente motivadas ya que los fiscales de Cataluña se opusieron a la querella planteada por la Fiscalía General del Estado.
Sobre las negociaciones con los independentistas de izquierdas de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), Mas se mostró optimista respecto a tener su necesario apoyo para la investidura, pese a que el partido anticapitalista ha puesto como condición que Mas no vuelva a ser presidente.
"Estamos dispuestos a hablar de todo, sabiendo que lo esencial es tirar adelante la hoja de ruta", dijo Mas, que reiteró que quería repetir como presidente catalán, cargo que ocupa desde 2010.
En esa hoja de ruta planteada por los independentistas, el nuevo Gobierno catalán quiere crear las bases y las instituciones necesarias para un nuevo estado en el plazo de 18 meses, algo que el Gobierno central ha dicho que desafiará judicialmente.
Para tal fin, el Congreso aprobará previsiblemente el jueves una reforma que dé al Tribunal Constitucional la capacidad para sancionar a los dirigentes que incumplan sus sentencias.
Pese a la determinación de los independentistas, que obtuvieron el domingo un 47,7 por ciento del voto de los catalanes, los analistas consideran que el proceso abierto en Cataluña entrará en una nueva fase a partir de enero con el estreno de una nueva legislatura en España.