La semana pasada estuvo dominada por lo acontecido en el sistema bancario de Austria. El país tuvo que salir al rescate del sexto banco austríaco que contaba con 40.000 millones de euros en activos, el Hypo Group Alpe Adria (HGAA), filial del alemán BayernLB, al que adquirió por un precio simbólico de 3 euros, para evitar su quiebra, afectado por su fuerte apuesta a activos de países de Europa del Este.
En una situación similar se encuentran otras entidades de Austria y el diagnóstico en el sistema financiero europeo no descarta la posibilidad de ocurrencia de nuevos episodios de crisis. El propio presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se ha manifestado preocupado por lo ocurrido con el Hypo ya que dada su importancia en el sistema financiero europeo, puede generar un efecto dominó de dimensiones inimaginables. Ante este panorama tan poco alentador, el euro ha experimentado sus efectos.
Por lo comentado anteriormente, el euro se debilitó durante la semana pasada frente a las principales divisas. En la jornada del pasado viernes, el euro finalizó en relación al dólar estadounidense a US$ 1,4336 cuando una semana antes, el 11 de diciembre cerraba a US$ 1,4731. Frente al yen japonés, también se ha visto debilitada la moneda europea, cerrando la semana a 128,635 yenes, casi 2 yenes menos que el cierre de la semana previa cuando finalizaba en 130,055 yenes.
Las novedades económicas de la región muestran signos de leve recuperación. En materia de precios, la tasa de inflación registró un alza del 0,5% en noviembre en términos interanuales (0,1% en términos mensuales), el primer mes que finaliza en positivo desde el mes de mayo, lo cual es una señal positiva en términos de recuperación de la economía.
Una de las preocupaciones que se ha instalado con fuerza durante la semana es el nivel de endeudamiento que están experimentando las economías de la eurozona producto del deterioro en la recaudación fiscal y la implementación de políticas de estímulo económico y rescate de entidades financieras, todo lo cual ha aumentado de un modo explosivo los déficits fiscales.
Un dato positivo dado a conocer por Eurostat la semana pasada fue el aumento en el superávit comercial de la eurozona que subió en octubre a 8.800 millones de euros desde los 900 millones de euros del mes de septiembre. El índice de actividad del sector servicios también registró un resultado positivo ubicándose en los 53,7 puntos su máximo nivel en 25 meses tras subir tres meses de forma consecutiva. Contrastando con estos datos, el sector de la construcción sigue débil y la actividad del sector en la eurozona cayó un 7,7% en el mes de octubre en términos interanuales
En líneas generales se observa una suave recuperación de la economía de la eurozona, aunque los grandes riesgos a los que está expuesta la región, pueden revertir la tendencia y golpear al euro.
En la semana que comienza, acortada por las fiestas navideñas, será escasa en cuanto a información económica para la región. Se conocerá el dato de peticiones industriales del mes de octubre, que en caso de arrojar un valor creciente y superior al estimado por el mercado, puede impulsar en lo inmediato al valor del euro.
Horacio Pozzo
En una situación similar se encuentran otras entidades de Austria y el diagnóstico en el sistema financiero europeo no descarta la posibilidad de ocurrencia de nuevos episodios de crisis. El propio presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se ha manifestado preocupado por lo ocurrido con el Hypo ya que dada su importancia en el sistema financiero europeo, puede generar un efecto dominó de dimensiones inimaginables. Ante este panorama tan poco alentador, el euro ha experimentado sus efectos.
Por lo comentado anteriormente, el euro se debilitó durante la semana pasada frente a las principales divisas. En la jornada del pasado viernes, el euro finalizó en relación al dólar estadounidense a US$ 1,4336 cuando una semana antes, el 11 de diciembre cerraba a US$ 1,4731. Frente al yen japonés, también se ha visto debilitada la moneda europea, cerrando la semana a 128,635 yenes, casi 2 yenes menos que el cierre de la semana previa cuando finalizaba en 130,055 yenes.
Las novedades económicas de la región muestran signos de leve recuperación. En materia de precios, la tasa de inflación registró un alza del 0,5% en noviembre en términos interanuales (0,1% en términos mensuales), el primer mes que finaliza en positivo desde el mes de mayo, lo cual es una señal positiva en términos de recuperación de la economía.
Una de las preocupaciones que se ha instalado con fuerza durante la semana es el nivel de endeudamiento que están experimentando las economías de la eurozona producto del deterioro en la recaudación fiscal y la implementación de políticas de estímulo económico y rescate de entidades financieras, todo lo cual ha aumentado de un modo explosivo los déficits fiscales.
Un dato positivo dado a conocer por Eurostat la semana pasada fue el aumento en el superávit comercial de la eurozona que subió en octubre a 8.800 millones de euros desde los 900 millones de euros del mes de septiembre. El índice de actividad del sector servicios también registró un resultado positivo ubicándose en los 53,7 puntos su máximo nivel en 25 meses tras subir tres meses de forma consecutiva. Contrastando con estos datos, el sector de la construcción sigue débil y la actividad del sector en la eurozona cayó un 7,7% en el mes de octubre en términos interanuales
En líneas generales se observa una suave recuperación de la economía de la eurozona, aunque los grandes riesgos a los que está expuesta la región, pueden revertir la tendencia y golpear al euro.
En la semana que comienza, acortada por las fiestas navideñas, será escasa en cuanto a información económica para la región. Se conocerá el dato de peticiones industriales del mes de octubre, que en caso de arrojar un valor creciente y superior al estimado por el mercado, puede impulsar en lo inmediato al valor del euro.
Horacio Pozzo