WASHINGTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, tuvieron una segunda reunión, que no había sido informada, durante una cena en la cumbre de líderes del G-20 este mes en Alemania, confirmó el martes un responsable de la Casa Blanca.
Los mandatarios tuvieron un encuentro bilateral de dos horas el 7 de julio en el que, según Trump, Putin negó las acusaciones de que ordenó una intervención rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el año pasado.
Las interacciones de Trump con el líder ruso han sido seguidas de cerca debido a dichas acusaciones, que han dominado los primeros seis meses del republicano en la Casa Blanca, y por los elogios que el magnate inmobiliario dedicó al exespía de la KGB durante la campaña presidencial estadounidense.
En la tarde, ambos asistieron a una cena con los líderes del G-20. Putin se sentó junto a la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump. El presidente estadounidense se les acercó al término de la cena y habló con Putin, dijo el responsable. La conversación no había sido revelada previamente.
"No hubo una 'segunda reunión' entre el presidente Trump y el presidente Putin, sólo una breve conversación al final de una cena. La insinuación de que la Casa Blanca ha tratado de 'ocultar' una segunda reunión es falsa, maliciosa y absurda", dijo.
En un mensaje en la red social Twitter publicado en la noche del martes, Trump escribió: "La noticia falsa de una cena secreta con Putin es 'enfermiza'. Todos los líderes del G-20, y sus esposas, fueron invitados por la canciller de Alemania. La prensa lo sabía!".
La noticia de la conversación, de la que informó inicialmente el presidente de riesgo político de la consultora Eurasia Group, Ian Bremmer, podría crear nuevas preocupaciones en momentos en que el Congreso y un abogado especial investigan las acusaciones de las agencias de inteligencia de Estados Unidos sobre que Moscú intervino en las elecciones para ayudar a Trump a ganar.
Bremmer dijo que en un momento el presidente estadounidense se levantó de su silla y pasó una hora hablando "de forma privada y animada" con el líder ruso y su traductor.
La falta de un traductor estadounidense generó sorpresa entre los otros líderes, sostuvo Bremmer, quien calificó el hecho como "una violación del protocolo de seguridad nacional".
El responsable de la Casa Blanca dijo que los líderes y sus esposas sólo tenían permitido llevar a un traductor a la cena. Trump se sentó junto a la esposa del primer ministro japonés, Shinzo Abe. Su traductor hablaba japonés.
"Cuando el presidente Trump habló con el presidente Putin, ambos líderes usaron al traductor ruso debido a que el traductor estadounidense no hablaba ruso", sostuvo el funcionario.