Río de Janeiro, 21 jul (.).- El Gobierno brasileño mantuvo su proyección de crecimiento económico para este año del 0,5 % con el que espera poner fin a dos años seguidos de recesión y a pesar de las señales de deterioro de la economía en las últimas semanas, según un informe divulgado hoy por el Ministerio de Planificación.
El Informe de Evaluación de Ingresos y Gastos que el ministerio publicó hoy mantuvo la previsión del Gobierno para el PIB este año pese a que los analistas esperaban una revisión a la baja de la proyección.
El Gobierno inicialmente esperaba un crecimiento del 1 % para este año pero en abril, cuando divulgó el anterior informe, revisó su proyección a la baja y la situó en el 0,5 %, que mantuvo ahora.
La proyección del Gobierno es más optimista que la de los economistas del mercado financiero que, en un sondeo del Banco Central la semana pasada, dijeron que espera para 2017 un crecimiento del 0,34 %.
De cumplirse cualquiera de los dos pronósticos, Brasil conseguirá recuperarse este año y salir de la grave recesión que sufrió en los dos últimos años.
La economía de Brasil se retrajo un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y otro 3,6 % en 2016, con lo que encadenó dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.
El informe muestra que, por causa precisamente del lento crecimiento de la economía brasileña, el Gobierno espera una recaudación fiscal en 2017 inferior a la inicialmente calculada.
De acuerdo con el Ministerio de Planificación, los ingresos del sector público brasileño este año serán en 5.790 millones de reales (unos 1.810 millones de dólares) inferiores a los inicialmente calculados, mientras que los gastos serán en 4.600 millones de reales (unos 1.437,5 millones de dólares) superiores a los previstos en el anterior informe.
La proyección para la recaudación pública total en 2017 fue reducida desde 1,386 billones de reales (unos 433.125 millones de dólares) hasta 1.380 billones de reales (unos 431.250 millones de dólares).
Para resolver ese desajuste, el Gobierno anunció el jueves un nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto de este año, esta vez de 5.900 millones de reales (unos 1.900 millones de dólares), y una elevación de algunos de los impuestos que inciden sobre los combustibles.
Con el aumento de un tributo sobre la gasolina, el diesel y el etanol decretado la víspera, el Ejecutivo espera recaudar 10.400 millones de reales (unos 3.300 millones de dólares) adicionales en lo que resta del año.
El nuevo recorte en los gastos se suma a otro anunciado en marzo pasado por valor de 42.100 millones de reales (unos 13.500 millones de dólares) de distintas partidas presupuestarias.
El Ejecutivo espera que las medidas sean suficientes para garantizar el cumplimiento de la meta fiscal que se impuso para 2017, cuando espera limitar el déficit público del país en 139.000 millones de reales (unos 44.000 millones de dólares), que equivale a alrededor del 2,0 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Las pronósticos del Gobierno señalan que 2017 será el cuarto año consecutivo con déficit primario, tras el récord de 155.791 millones de reales (unos 49.000 millones de dólares) registrado en 2016.
La revisión de los principales indicadores macroeconómicos se produce en medio de una crisis política histórica que ha amenazado la continuidad del Gobierno del presidente Michel Temer, a quien la Fiscalía denunció en junio pasado por un supuesto delito de corrupción pasiva.