Tokio, 3 ago (.).- La Bolsa de Tokio cayó hoy tras una jornada en la que los inversores optaron por la recogida de beneficios tras las recientes subidas ante los buenos resultados corporativos, y en la que la remodelación del Gabinete nipón tuvo un impacto limitado.
El índice de referencia Nikkei cayó 50,78 puntos, un 0,25 %, y quedó en 20.029,26 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 0,56 puntos, un 0,03 %, y cerró en 1.633,82 unidades.
El parqué tokiota abrió a la baja después de que los inversores decidieran fijar sus ganancias tras los buenos resultados de las empresas japonesas en el trimestre de abril a junio, primero del año fiscal nipón, y tras una caída de las tecnológicas en Nueva York.
La plaza nipona ignoró casi por completo la remodelación poco sorpresiva del Gabinete japonés acometida hoy por el primer ministro Shinzo Abe, quien se ha rodeado de políticos experimentados y de confianza en un momento de caída de su popularidad.
Tokio recortó ligeramente sus pérdidas durante la segunda mitad de la negociación después de que el fortalecimiento del yen diera tregua y algunos inversores decidieran aprovechar para comprar después de que el selectivo Nikkei cayera puntualmente por debajo de la barrera psicológica de los 20.000 enteros.
El sector de la electrónica lideró las pérdidas, seguido por el del equipamiento de transporte y la banca.
Las empresas relacionadas con el sector de los semiconductores perdieron hoy terreno, y ente las principales caídas se situaron las de Tokyo Electron (T:8035), Advantest y Screen Holdings, cuyas acciones se depreciaron un 2,4 %, 2,9 % y 3,1 %, respectivamente.
Entre las empresas que lograron subir hoy con fuerza estuvieron Sumitomo (T:8053), que escaló un 4,2 %, y ANA Holdings (T:9202), que avanzó un 5,4 %.
En la primera sección, 986 valores avanzaron frente a 896 que retrocedieron, mientras que 139 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,243 billones de yenes (17.121 millones de euros), frente a los 2,451 billones de yenes (18.700 millones de euros) de la víspera.