Por Raquel Castillo y Inmaculada Sanz
MADRID (Reuters) - El Gobierno catalán sopesa un adelanto electoral en Cataluña, según su aliado independentista de la CUP, una posibilidad que no bastaría a Madrid para frenar la aplicación de las medidas de intervención en la región.
Aunque el Ejecutivo español había emplazado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a convocar elecciones, dando pie a interpretaciones de que eso podría desactivar unas medidas que incluyen el cese del Govern y el control del Parlament, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, pidió el martes más pasos.
"Sin duda, un nuevo escenario político podrá ayudar a resolver los problemas, pero ahora, en este momento, el incumplimiento de las obligaciones del señor Puigdemont no se soluciona exclusivamente convocando elecciones", dijo el ministro en una entrevista con RNE.
Mientras que a los socialistas, que han apoyado al Gobierno central en este asunto desde su posición de primer partido de la oposición, les bastaría la convocatoria electoral, el ministro dijo que el líder catalán debería aclarar si había declarado la independencia en Cataluña y concretar su voluntad de acatar la ley y la Constitución.
Pese a haber descartado inicialmente la opción de las urnas, el líder catalán estaría contemplando ahora unos comicios, un paso que rechazan los anticapitalistas de la CUP, que con sus diez escaños sostiene al Gobierno soberanista regional.
"Nos consta que está sobre la mesa convocar elecciones. Sería un acto de sumisión. Nos tratan como una colonia. Convocar elecciones autonómicas sería la herramienta más eficaz y demoledora para el proceso de independencia", dijo el diputado de la CUP Carles Riera en rueda de prensa.
Para frenar la activación del artículo 155 de la Constitución a partir del viernes, el Gobierno catalán dijo que tenía previsto presentar recursos ante el Tribunal Constitucional y el Supremo.
OFERTA DE DEBATE RAJOY-PUIGDEMONT
Ante una crisis que ha sacudido las instituciones y la economía del país, el Senado emplazó el martes a Puigdemont a debatir con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el jueves a las 17:00 horas o el viernes a las 10:00 horas, antes de la aprobación por parte de la cámara alta de un artículo nunca antes aplicado.
Por otra parte, el Gobierno catalán ha pedido que Puigdemont comparezca en la cámara alta el miércoles, para permitirle compaginarlo con el pleno del Parlament que podría debatir una declaración unilateral de independencia en cumplimiento del resultado del referéndum del 1 de octubre, considerado ilegal por el Gobierno y la Justicia.
A última hora de la tarde del martes, el Parlament confirmó en Twitter que el pleno para debatir la respuesta al 155 comenzará el jueves a las 10:00 de la mañana.
En este sentido, Catalá dijo que una declaración de independencia supondría una violación flagrante de la Constitución y de las leyes, lo que "podría ser constitutivo de un delito de sedición y rebelión", que le correspondería valorar al fiscal general del Estado.
Frente a unas medidas que dejarían en manos de Madrid las consejerías regionales y las competencias de Interior, Catalá dijo que se activarán de forma "prudente, moderada y gradual".
"Vamos a una situación especialmente compleja", dijo el ministro, para añadir que estaba seguro de que el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, como servidores públicos, acatarían las normas.
Acerca del control de la policía autonómica, se manifestó también el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que dijo el martes en un acto en Madrid que no era el momento de "abrir especulaciones" sobre cómo y quién controlaría a los Mossos de entrar en vigor las medidas.