Santo Domingo, 9 may (EFE).- El presidente dominicano, Leonel Fernández, cuestionó hoy la legitimidad del G-20 y dijo que, si este bloque quiere gozar de ella, "el secretario general de la ONU debe sentarse en sus reuniones", al tiempo que reclamó un mecanismo que regule la relación de Latinoamérica con este grupo de países.
Fernández reivindicó "un pensamiento latinoamericanista" y un mayor "peso específico" de América Latina en su seno, al tiempo que defendió la idea de que "no haya clubes exclusivos de (países) ricos" en el contexto internacional.
Durante una conferencia magistral pronunciada en un foro que se celebra hoy y mañana en Santo Domingo sobre 'Democracia, Desarrollo, Cohesión Social y Seguridad en América Latina', el gobernante se mostró crítico con la especulación financiera y con la "financiarización de la economía".
Estos fenómenos propician -dijo- la inestabilidad y protestas callejeras como las vividas en muchos países durante los últimos años.
Por este motivo aplaudió la propuesta del mandatario de Francia, Nicolas Sarkozy, de que la próxima reunión del G-20 trate acerca de la especulación financiera.
Pero esa iniciativa, en su opinión, debió partir de alguno de los países latinoamericanos que en la actualidad pertenecen a ese bloque (Brasil, Argentina y México) porque ello "habría colocado a Latinoamérica en la agenda del G-20", dijo.
Durante su intervención, el mandatario caribeño analizó la evolución vivida durante los últimos treinta años por la democracia en una región que, en lo económico, "se debate" entre un modelo populista basado en el peso del Estado y otro neoliberal, que da preponderancia al mercado.
Estimó que, en todo caso, "todavía no hay conciencia suficiente" en la región de que "los Estados fiscalmente fuertes son los que pueden dar respuesta a los problemas de la población".
Fernández pronunció esta conferencia en la inauguración del foro, a la que asistieron, entre otros, el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, y los expresidentes de Guatemala, Vinicio Cerezo; Ecuador, Rodrigo Borja; Panamá, Martín Torrijos, y Honduras, Manuel Zelaya.
El director regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), Daniel Zovatto, subrayó el "gran apoyo ciudadano" que ha concitado durante las tres últimas décadas la democracia en la región, aunque el reto ahora es "cómo pasar de la democracia electoral a la democracia de los ciudadanos", indicó.
Frente a esta favorable evolución, el experto alertó de que "se encienden luces amarillas" en lo económico, donde, a pesar de que 40 millones de ciudadanos han salido de la pobreza, todavía uno de cada tres permanece en situación pobre y existen veinte millones de jóvenes a los que se clasifica como "ni...ni", porque "ni estudian ni trabajan".
Zovatto mencionó también otros problemas que preocupan en la región, como la inseguridad y dijo que pese a representar sólo el 8,5 % de la población mundial, registra cerca del 27 % de los homicidios.
Para el embajador de España en la República Dominicana, Diego Bermejo, la de la falta de seguridad está considerada como la "principal amenaza para la estabilidad" en algunos países de Latinoamérica.
Bermejo, quien también intervino en la apertura del foro, puso el acento en el mantenimiento del desarrollo sostenible, el respeto por el medio ambiente y la lucha contra el desempleo, que afecta a 22 millones de personas en esa zona del planeta.
El diplomático, además, propuso como temas para el debate en las sesiones de trabajo de la reunión cuestiones como la atención a las poblaciones indígenas, cómo afrontar los desastres naturales y cuál debe ser el papel de las organizaciones no gubernamentales, entre otros asuntos. EFE
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