Por Laura Sánchez
Investing.com - Tras conocer la noticia de que Donald Trump, presidente de EE.UU., ha dado positivo en la Covid-19, y una vez confirmado por el médico de la Casa Blanca que, tanto él como su mujer, Melania Trump (también positivo) se encuentran bien de salud y seguirán con su actividad, muchos analistas no solo miran la reacción de los mercados financieros, sino que se preguntan si el COVID-19 puede afectar a la carrera electoral.
“Mala noticia para el presidente Trump, que deberá guardar cuarentena cuando sólo queda un mes para la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas en el país”, destacan en Link Securities.
“Las especulaciones sobre su salud y su edad ahora dominarán las informaciones en los mercados, ya que Trump, 74 años y técnicamente obeso, está en la zona de peligro del virus”, apunta el analista de eToro, que añade “esto puede impactar seriamente en su planificación de la campaña electoral”, comenta Adam Vettese, analista de mercado de eToro.
José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, se hace eco de un comentario del diario británico The Guardian: “Un recordatorio para todos los estadounidenses de que el efecto neto de que nuestro primer ministro (Boris Jonson) se contagiara del COVID-19 fue que provocó una oleada de apoyo patriótico. De la cual emergió con renovada popularidad. También silenció a la prensa y al Parlamento en un momento clave de la crisis, de hacer preguntas críticas. Y cuando se anunció que se desplazaba a la UCI fue un momento de conmoción nacional. Todo en esto es combustible para el patriotismo”.
Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, explica que “aunque Boris Johnson experimentó cierto rally cuando estaba gravemente enfermo, no está claro cómo afectará a la carrera de Trump, dado que su base electoral más escéptica acerca del Covid que otras”.
"Otras preguntas que surgen son quiénes podrían haber sido infectados. Teniendo en cuenta las reuniones y los debates, esas personas podrían incluir a Mnuchin, Pelosi, Biden, Meadows, miembros del Congreso y otros. La lista de potenciales infectados es larga, pero es evidente que Biden es el más relevante para las elecciones. Debatieron a una distancia social, pero todavía hay un riesgo”, apunta Kelly.
"Los debates se pondrán en duda, incluyendo el de los vicepresidentes la semana que viene dependiendo de si Pence ha sido expuesto o no. Gran parte del impacto dependerá de los síntomas de Trump y de su salud”, concluye la experta de Aberdeen Standard Investments.
Algunos expertos van más allá. Geoffrey Smith, editor y analista de Investing.com, apunta que “Donald Trump debe decidir si, una vez contagiado, y obligado a permanecer en cuarentena, quiere retirar su candidatura en la carrera por seguir habitando en la Casa Blanca. Volvería a su papel de empresario, pero perdería la inmunidad legal de la que goza ahora como presidente de los EE.UU.”.
“Si el candidato no fuera Trump, el Senado se vería beneficiado positivamente, evitando una mayoría demócrata, algo que sí habría beneficiado a los activos de mayor riesgo”, añade Smith.
El analista de Investing.com explica que “la Enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos permite a Trump ceder el control al vicepresidente y luego reclamarlo tan pronto como se declare capaz. George W. Bush hizo esto dos veces durante su presidencia, mientras se sometía a procedimientos médicos, y Ronald Reagan una vez, para una cirugía de colon. Si Trump sufrió un ataque repentino o tuvo que ser sedado para la intubación, la Enmienda 25 también permite que el vicepresidente y el gabinete ejecuten la transferencia del poder presidencial”.
“Si tanto Trump como Pence estuvieran incapacitados, entonces el control del gobierno (incluidas las funciones de comandante en jefe) pasaría a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi”, añade Smith.
"Esta situación plantea muchas preguntas sobre cómo se desarrolla la carrera, pero sólo el tiempo dirá cómo reaccionan los votantes a las noticias, que serán las que afecten a la carrera y, por lo tanto, a los precios de los activos”, concluye Stephanie Kelly.