(Actualiza con información sobre quema controlada de crudo)
Teresa Bouza
Washington, 5 may (EFE).- La empresa British Petroleum (BP) selló
hoy una de las fugas de crudo en el Golfo de México y prevé instalar
una gran estructura para capturar el petróleo en "unos tres días" en
medio de una creciente polémica por el uso de químicos disolventes.
Tanto BP como la Guardia Costera estadounidense insistieron este
miércoles en que el taponamiento de uno de los tres escapes no
detendrá el flujo total de petróleo, que se estima ronda los 800.000
litros diarios, más de 5.000 barriles de crudo.
La medida sí facilitaría, según BP, concesionaria de la
plataforma que se hundió el 22 de abril tras una explosión en la que
murieron once trabajadores, la instalación de la gigantesca
estructura de acero y cemento sobre la principal fuente del derrame.
Se espera que el "contenedor" en forma de cúpula, que se cargó
ayer en un barco para su transporte a la zona donde se encontraba la
plataforma siniestrada a unos 80 kilómetros en alta mar, se instale
"en unos tres días".
BP dijo que a continuación iniciará un proceso de pruebas para
determinar la eficacia de la estructura, en la que se acumularía el
petróleo que se bombearía a continuación a un barco en la superficie
mediante una tubería.
"Este sistema está diseñado para ayudar a capturar el petróleo en
el suelo marino y recolectarlo de forma segura para su
procesamiento", afirmó hoy la empresa en un comunicado.
El éxito de la operación dista de estar asegurado al tratarse de
un experimento pionero a 1.500 metros de profundidad donde la cúpula
contenedora afrontará una gran presión.
"No sabemos con certeza si el equipo funcionará", reconoció ayer
Bill Salvin, un portavoz de BP, quien añadió, de todos modos, que la
prevista instalación brinda la mejor oportunidad para contener un
vertido que amenaza con provocar un desastre ecológico.
En su esfuerzo para impedir que el crudo fluya a la superficie y
avance arrastrado por el viento hacia las frágiles costas del estado
de Luisiana y otros estados sureños, BP rocía a diario miles de
litros de químicos para disolver el crudo a medida que va fluyendo
del pozo submarino.
Tanto la empresa como la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica
de EE.UU. (NOAA) defienden el uso de los químicos, que deshacen el
petróleo en pequeñas partículas que después atacan las bacterias
marinas, e insisten en que la toxicidad de los disolventes es
"bastante baja".
Pero científicos expertos en temas marinos y grupos ecologistas
cuestionan la benevolencia de esa inyección masiva de químicos.
"Lo que no entendemos es el impacto de esa sopa tóxica en los
organismos marinos que entran en contacto con ella", dijo hoy al
diario Wall Street Journal Regan Nelson, de la organización
medioambiental Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales.
Similares preocupaciones comparte Terry Hazen, un científico de
la Universidad de California en Berkeley.
"La concentración de detergentes y otros químicos para limpiar
sitios contaminados por vertidos de crudo puede provocar sus propias
pesadillas medioambientales", afirmó el experto en declaraciones que
recoge el canal de televisión Fox News en su página web.
"Algunos de los detergentes que suelen usarse son más tóxicos que
el propio petróleo", insistió Hazen, quien cree que en ese caso es
mejor dejar a los microbios que hagan su trabajo.
El científico recordó el vertido del petrolero Amoco Cádiz que
provocó una catástrofe ecológica frente a las costas de Bretaña en
marzo de 1978.
La magnitud de la mancha hizo que sólo se tratara con químicos
aquellas áreas en las que el impacto económico era mayor, mientras
que el vertido en las zonas más remotas no fue tratado.
Hazen destacó que "las áreas costeras no tratadas se recuperaron
plenamente en el plazo de cinco años", mientras que las que sí
fueron sometidas a tratamiento químico seguían sin recuperarse 30
años después.
Por lo demás, el centro de información conjunta de BP y el
Gobierno en el estado de Luisiana informó en su página web que hoy
tuvo lugar una quema controlada de parte del crudo que ha subido a
la superficie marina, aunque no aportó detalles concretos de la
duración y los litros de petróleo incinerados. EFE
tb/mla/acb