Madrid, 8 jul (.).- El grupo automovilístico alemán BMW (DE:BMWG) ha asegurado este jueves, tras la multa de 372,8 millones de euros impuesta por la Comisión Europea (CE), que tras el cierre del procedimiento ha quedado demostrado que nunca manipuló ilegalmente los sistemas de control de emisiones.
Según un comunicado de prensa de la compañía, BMW ha aceptado el acuerdo propuesto por la Comisión tras haber sido retiradas "la mayor parte de las acusaciones iniciales" y defender que "nunca ha habido ninguna acusación de manipulación ilegal de los sistemas de control de emisiones" del grupo alemán.
En este sentido, BMW destaca que han sido retiradas la mayor parte de las acusaciones por infracción del derecho de la competencia y ha quedado demostrado que no hay indicios de la utilización de dispositivos de manipulación prohibidos para alterar las pruebas de gases de escape.
La Comisión Europea (CE) impuso este jueves una multa de 875 millones a los fabricantes de coches alemanes BMW (372,8 millones) y grupo Volkswagen (DE:VOWG_p) (502,3 millones) por participar durante cinco años en un cártel para evitar competir entre sí en las tecnologías de reducción de emisiones contaminantes.
Según la Comisión, las compañías "evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología para limpiar mejor de lo que exige la ley" pese a contar con la tecnología necesaria.
Se trata de la primera decisión comunitaria que sanciona un cártel basándose únicamente en la restricción del desarrollo técnico y no por fijar precios, repartirse el mercado o los consumidores.
En este sentido, BMW lamenta que la Comisión se adentre en un "territorio inexplorado" en el derecho de la competencia y achaca la multa a una "transparencia excesiva" que se produjo en las conversaciones entre los fabricantes, un aspecto que reconoce que puede estar prohibido en virtud de las leyes de competencia.
Además, BMW asegura que dichas conversaciones, que se remontan diez años atrás, no influyeron en ningún caso en decisiones de producto, ya que solo tenían como objetivo crear una infraestructura para el llenado del AdBlue (sistema de depuración de gases) que fuera de fácil acceso para los clientes y que sirviera para un eficaz tratamiento de los gases de escape.
El grupo automovilístico recuerda que en 2019 la Comisión realizó acusaciones "muy graves" contra BMW, que obligaron a la compañía a provisionar 1.400 millones para hacer frente a posibles riesgos.
Por último, BMW defiende que no se planteó "en ningún momento" pedir clemencia a las autoridades comunitarias, ya que las acusaciones formuladas inicialmente eran "exageradas e injustificadas".