MADRID (Reuters) - La economía española aceleró su crecimiento en el segundo trimestre, apoyando las previsiones de que el Producto Interior Bruto (PIB) pueda crecer al menos un 3 por ciento en 2017 por tercer año consecutivo gracias a las fuertes exportaciones y al gasto de los hogares.
El PIB creció un 0,9 por ciento en el período de abril a junio con respecto al primer trimestre, una décima más que en el arranque del año, según mostraron el viernes datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que estuvieron en línea con las estimaciones de los economistas y del Banco de España.
La economía española superó en el trimestre en términos reales el valor que tenía a principios de 2008, justo antes de que el estallido de una burbuja inmobiliaria empujara al país a una prolongada recesión.
En términos interanuales, el PIB creció un 3,1 por ciento, también una décima más que en el trimestre anterior.
Al tratarse de cifras preliminares, el INE no ofreció un desglose de los principales impulsores de la economía en el trimestre.
En cualquier caso, las exportaciones han crecido con fuerza en los últimos meses, mientras que el ritmo de creación de empleo se ha mantenido más sólido de lo que muchos analistas habían previsto inicialmente este año, ayudando a extender el rebote del gasto de los hogares.
Esta situación se ha mantenido pese a un incremento de la inflación con respecto a 2016, ya que un aumento en los costes del petróleo contribuyó a restringir los ingresos familiares en España, altamente dependiente de las importaciones de energía.
"Creemos que el crecimiento del gasto de los consumidores pareció recuperar cierto impulso en el segundo trimestre, apoyándose aún en la creación de empleo y un cómo clima financiero", dijo Raj Badiani, economista de IHS Markit, en una nota.
La economía española ha parecido inmune hasta ahora a cualquier consecuencia de la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, que se espera tenga impacto en varios frentes.
España es un destino vacacional preferido por muchos británicos, lo que hace temer por ejemplo que una caída de la libra pueda aplazar algunos viajes.
Cuatro años después de salir de una profunda crisis económica que provocó un desempleo masivo y llevó al cierre de muchos negocios, la economía española es una de las de más rápido crecimiento en la zona euro.
Tras las expectativas iniciales de una desaceleración desde el crecimiento de un 3,2 por ciento en 2015 y 2016, el Gobierno ya ha tenido que elevar sus previsiones de crecimiento dos veces, y ahora prevé que el PIB crezca al menos un 3 por ciento en 2017.
Sin embargo, aún hay al acecho potenciales vientos en contra, como unos tipos de interés al alza en todo el mundo y riesgos políticos cada vez mayores, como un Gobierno en minoría en España.
El paro, aunque está cayendo, también permanece muy alto, en el 17,2 por ciento de la población activa.