Berlín, 28 nov (EFE).- El Gobierno alemán desmintió hoy que estudie la adquisición conjunta de bonos con otros cinco países de alta solvencia crediticia -la llamada triple A-, como informaba hoy el diario Die Welt, que se remitía a fuentes diplomáticas.
Fuentes del ministerio de Finanzas rechazaron que se esté planteando esta posibilidad, que el rotativo calificaba de solución barajada por la canciller, Angela Merkel, en caso de que la totalidad de los 27 miembros no respaldaran los cambios en el Tratado de la Unión Europea que pretende.
Die Welt afirmaba que Alemania se planteaba adquirir esos bonos conjuntamente con los otros países de la triple A -Francia, Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Austria- para protegerse y reforzarse, en caso de tener que salir en auxilio de estados con problemas en la zona euro.
El objetivo sería estabilizar la zona euro y el interés que se prevé para estos bonos de elite estaría entre el 2 y el 2,5 %.
Las informaciones de Die Welt siguen al goteo de filtraciones del pasado fin de semana acerca de un presunto proyecto franco-alemán, pactado ya entre Merkel y el presidente, Nicolas Sarkozy, a presentar a los socios el próximo 9 de diciembre, en Bruselas.
El dominical de este rotativo, Welt am Sonntag, afirmaba ayer que Berlín y París se plantean allanar el camino para que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda de forma masiva, algo que hasta ahora rechazaba Merkel.
A cambio, la canciller y el presidente francés pretenden imponer una serie de cambios en los Tratados, que acabarían con la fórmula actual de los acuerdos por consenso entre los 27.
Los estados deberían, además, aceptar un estricto control de los déficit nacionales y sancionar una supervisión presupuestaria supranacional.
Los firmantes contarían, en contrapartida, con la ayuda permanente del BCE que apoyaría a los países comprometidos con la consolidación fiscal y actuaría de forma contundente en los mercados para mantener bajos los tipos de interés de sus bonos.
Según ese medio, Berlín y París podrían empezar a difundir los detalles del nuevo pacto -que crearía una "coalición de los ahorradores"- la semana que viene y desvelarlo al completo en la cumbre de líderes de Bruselas.
Merkel y Sarkozy estiman que esta fórmula aceleraría la reforma de los Tratados, para que pudiera estar lista a principios de 2012.
Si este pacto de estabilidad se tramitase por la vía comunitaria en lugar de como acuerdo entre países podría embarrancar con que uno de los 27 -aunque no estuviera en la zona euro- no lo ratificara.
Su propósito es anular las reticencias de algunos países a comprometerse más efectivamente con la consolidación fiscal y con la integración fiscal europea, una necesidad según Merkel y Sarkozy.
Entre los países que más críticos se han mostrado hasta el momento con la posibilidad de una mayor cohesión fiscal en la UE destaca el Reino Unido. EFE