Por Guy Faulconbridge
EDIMBURGO (Reuters) - La reina Isabel II ha roto su silencio acerca del referéndum sobre la independencia de Escocia, indicando a un miembro del público el domingo que esperaba que los escoceses meditaran concienzudamente sobre el futuro cuando participen en una consulta que podía suponer la ruptura del Reino Unido.
"Espero que la gente piense muy cuidadosamente sobre el futuro", dijo la monarca a un admirador al salir de una misa en la iglesia de Crathie cerca de su finca en Balmoral, en Escocia, según comentarios recogidos por The Times.
Un resultado a favor de la independencia este jueves dividiría el Reino Unido y aunque se presupone que Isabel apoya la unión, ha sido extremadamente cuidadosa para evitar comentarios públicos sobre el referéndum.
"Es un comentario totalmente imparcial y refuerza la idea de que se trata de algo que tiene que decidir el pueblo escocés", dijo a Reuters una fuente en el palacio de Buckingham.
"La reina es constitucionalmente imparcial, por encima de la política, y siempre ha dicho que se trata de algo que tiene que decidir el pueblo escocés", dijo la fuente.
Sea cual sea el resultado del voto del jueves, Isabel seguirá siendo reina de Escocia, ya que la mayoría de los escoceses prefiere tenerla como jefa de Estado aunque decidan ser una nación independiente.
Si Escocia vota a favor de la independencia, los nacionalistas dicen que Isabel, de 88 años, seguirá siendo reina de Escocia aunque no garantizan el futuro de la monarquía a largo plazo.
La madre de Isabel era escocesa y pasó allí gran parte de su infancia. Su difunta hermana Margarita nació allí.
Escocia es su lugar favorito de vacaciones para ella y su marido Felipe, que en agosto deja su hogar londinense para veranear en Balmoral, a menudo en compañía de otros miembros de la familia real.