Pekín, 9 jul (EFE).- La inflación anual subió en junio en China un 2,2 % con respecto al mismo mes de 2011, ocho décimas menos que en mayo, lo que supone la tasa más baja en dos años y muestra que los precios en la segunda economía mundial siguen en clara desaceleración.
Lejos queda el pico registrado en junio del año anterior, cuando la inflación se disparó hasta llegar al 6,4 %, un máximo desde 2008, y que dista en más de cuatro puntos de la subida registrada por el IPC este mes, según datos publicados hoy por el Buró Nacional de Estadísticas (NBS).
La relajación de la inflación en junio da margen al Gobierno comunista para seguir estimulando la demanda interna, un objetivo fijado este año ante la mala situación de sus socios extranjeros, fundamentalmente, EEUU y UE, y que ha perjudicado a las exportaciones del país asiático.
Algunas de las medidas impulsadas en este cambio de política macroeconómica, tras un 2011 marcado por la lucha contra la inflación, son las dos bajadas de tipos de interés acometidas por el Banco Popular de China (PBOC, central) el último mes, ambas del 0,25 % y después de tres años de subidas.
En los seis primeros meses de 2012, el IPC aumentó un 3,3 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, una cifra que se sitúa por debajo del límite fijado por China para este año, del 4 %.
La bajada en el precio de la carne de cerdo, alimento básico en China, en más del 12 %, ha motivado que el precio de los alimentos, que supone un tercio del consumo del país asiático, aumentara en junio hasta 2,6 puntos menos que la subida registrada en mayo, un 3,8 % respecto al mismo mes de 2011.
De este indicador, cabe destacar el alza en el precio de las hortalizas, con una subida del 12,1 %, debido a las lluvias e inundaciones que azotan el país en esta época del año.
Si bien los datos de la inflación son un buen augurio para el consumo, algunos analistas alertan sobre una posible "deflación" a la que puede tener que enfrentarse la economía china, de cara a los datos del PIB del segundo trimestre de este año, que se harán públicos el próximo viernes.
A ello, se suman las declaraciones del primer ministro chino, Wen Jiabao, realizadas este fin de semana, cuando alertó de "la presión enorme" que todavía afecta a la economía china y sigue causando su desaceleración, según recogió la agencia oficial Xinhua.
Las declaraciones del mandatario reviven la preocupación ante el frenazo brusco de la economía de la segunda potencia mundial, que sufre su caída más profunda desde la crisis financiera internacional de 2008 y que puede repercutir mundialmente con una bajada de la demanda por parte de China.
Una visión más optimista ofrece el profesor de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía, Li Changan, quien asegura a Xinhua que aún es demasiado "pronto" para decir si la economía ha caído en una "deflación", teniendo en cuenta los datos "positivos" del IPC.
Los datos de la inflación en junio no registraron diferencias significativas entre las zonas urbanas del país asiático y las rurales, con un 2,2 % frente al 2 %, respectivamente.
Por otra parte, el índice de producción industrial, indicador de la inflación a nivel mayorista, bajó un 2,1 % en junio con respecto al mismo periodo de 2011, siete décimas más que en mayo, informó también hoy el NBS. EFE
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