Roma, 13 ene (EFE).- Los taxistas italianos cumplen hoy una nueva jornada de movilizaciones y por segundo día se han negado a trabajar en protesta por la liberalización del sector incluida en las medidas de austeridad que prepara el Gobierno de Mario Monti.
En Roma, la negativa a circular empieza a causar problemas en la estación central de Termini y en el aeropuerto romano Leonardo da Vinci ante la ausencia de taxis.
También es imposible encontrar un taxi en el aeropuerto milanés de Linate, donde los conductores explican que están participando en asambleas.
Los taxistas de Roma tienen previsto concentrarse hoy delante de la sede de Gobierno para expresar su rechazo a la medida que permitirá el aumento de las licencias, así como que el permiso se consiga de forma gratuita.
Aunque el sector ha anunciado una huelga para el 23 de enero, desde ayer comenzaron las protestas en las principales ciudades italianas, como en Nápoles, donde se negaron a circular, garantizando el servicio solo a los ancianos y los discapacitados.
En la capital italiana, desde esta mañana los taxistas han empezado a concentrarse en la Plaza Venecia, y se niegan a circular.
En 2007, el entonces Gobierno de Romano Prodi intentó liberalizar el sector, pero los taxistas protagonizaron manifestaciones y huelgas que bloquearon durante días las principales ciudades del país y finalmente se desestimaron las medidas.
Los taxistas consideran injusta la medida por la que se concederán gratuitamente las licencias, ya que actualmente se paga una media de 150.000 euros para obtenerla y se puede revender o ceder a familiares.
El Gobierno pretende con esta liberalización duplicar las licencias, por lo que en Roma se pasaría de 7.500 a 15.000, mientras que en Nápoles se llegarán a las 4.400.
Los taxistas napolitanos, cuyos turnos son de 10 horas cinco días a la semana, aseguran que con las licencias actuales no hay trabajo para todos y que los gastos han aumentado, sobre todo debido al encarecimiento del carburante.
El Ejecutivo prepara un decreto ley para fomentar el crecimiento del país, en el que se encuentra un paquete de liberalizaciones que, además de los taxis, también afectará, entre otros, los sectores energético y farmacéutico. EFE