Washington, 7 nov (EFE).- El juego del "Monopoly", nacido en la Gran Depresión de los años treinta, cumplió este fin de semana 75 años en medio de una nueva crisis económica, que sin embargo no ha devaluado los billetes con los que varias generaciones han construido imperios de plástico.
Desde que Hasbro adquirió la patente del juego en noviembre de 1935, se han vendido más de 275 millones de tableros de "Monopoly" en todo el mundo, según dijo la empresa a la cadena CNN.
Para poblar las calles y barrios del famoso juego de estrategia, se han fabricado, desde entonces, más de 6.000 millones de casitas verdes y 2.250 millones de hoteles rojos en una planta de East Longmeadow, al oeste de Masachusets (Estados Unidos).
Para el vicepresidente de fabricación de Hasbro, Gary Brennan, el "Monopoly" es "el perfecto juego familiar", una vía de escape ante "el ritmo imparable" de la vida moderna, aseguró a CNN.
Pero el juego no ha permanecido inmutable con el paso del tiempo, como demuestran las piezas que ahora mueven sus jugadores -un perro, un caballo y una carretilla- y que reemplazaron a principios de los años cincuenta a las originales: un farol, un bolso y un balancín.
En los años setenta se creó una edición en Braile del juego, y en los ochenta el joyero Sidney Mobell, fan del "Monopoly" desde los nueve años, diseñó una ostentosa versión a medida de las ambiciones de los jugadores, fabricada completamente a partir de oro puro, diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros.
El tablero de Mobell, valorado en dos millones de dólares, pertenece ahora a la colección del Museo de Finanzas Estadounidenses en Nueva York.
Los billetes, de los que sólo ha cambiado el tipo de papel, han pasado por docenas de modelos diferentes del "Monopoly" original, adaptados a todo tipo de modas y edades.
En la actualidad, parece que los creadores de uno de los juegos más famosos del mundo tampoco quieren quedarse atrás con las nuevas tecnologías, como demuestra la versión digital que Hasbro creó el año pasado con Google, y que ya tiene 1,4 millones de usuarios registrados, o la aplicación para el iPhone de Apple que lanzó en febrero. EFE