Torrelavega (Cantabria), 7 may (.).- El sindicato independiente BUB en la empresa Bridgestone (T:5108) ha anunciado su intención de convocar movilizaciones ante la negativa de la dirección a aceptar la petición de retorno a la planta cántabra de Puente San Miguel de una docena de trabajadores que fueron desplazados en 2010 a Burgos.
En un comunicado, el responsable del sindicato en la fábrica de Puente San Miguel, Raúl Liaño, explica este viernes que las movilizaciones serán "de todo tipo", desde paros y protestas laborales hasta demandas judiciales, ante lo que tacha de "situación incomprensible y egoísta" por parte de la empresa.
En este sentido, concreta que la idea es convocar concentraciones y manifestaciones en distintos puntos a los que puedan acudir las familias de los afectados, incluyendo una marcha de Burgos a Santander (MC:SAN), y solicitar ser recibidos por las autoridades políticas de Cantabria para exponerles la problemática.
Liaño recuerda que, en la última década, más de cien trabajadores de la planta de Puente San Miguel fueron desplazados o trasladados a las fábricas de Burgos y Vizcaya, debido a la difícil coyuntura del negocio del sector del neumático agrícola, mercado final de la producción de la planta cántabra.
Sin embargo, en la actualidad la factoría de Puente San Miguel "está atravesando por un ciclo sostenido de bonanza", que ha permitido la contratación de más de 70 trabajadores temporales e incluso la dirección ha plantado a los sindicatos la necesidad de contratar a más plantilla.
Esta situación ha propiciado que una docena de los trabajadores que fueron desplazados a Burgos hayan solicitado retornar a su fábrica de origen en Puente San Miguel, para así poder pasar más tiempo con sus familias, las cuales continúan viviendo en Cantabria.
Liaño critica que la empresa "se ha negado en rotundo" a aceptar el retorno de estos desplazados en Burgos argumentando que son trabajadores fijos y, por consiguiente "más caros" que un trabajador temporal, con lo cual el retorno supondría para la empresa "un coste inasumible".
A su juicio, esta decisión de la empresa es "egoísta y poco solidaria", además de ser "muy cuestionable" por la formación de estos trabajadores y que, para Liaño, "dice muy poco de la dirección de Puente San Miguel, actuando en contra de la filosofía de Bridgestone "al primar exclusivamente el beneficio económico".
Por el contrario, resaltan la "generosidad y solidaridad" que han mostrado las plantas de Burgos y Bizkaia, acogiendo a más de cien trabajadores cántabros en la última década, "sin importar el coste económico que haya supuesto".
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